Miguel Díaz-Canel salió a dar la cara este martes, intentando ponerle un parche optimista a la profunda crisis energética que sacude a Cuba desde hace ya buen tiempo. En una entrevista publicada en el canal de YouTube Presidencia Cuba, el gobernante aseguró que el plan para rescatar el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) ya empieza a mostrar lo que él llamó “resultados discretos”.
El encuentro fue grabado durante el Coloquio «Patria», donde Díaz-Canel conversó con cuatro periodistas españoles. Allí se mostró confiado en que el panorama eléctrico va tomando otro color, aunque la realidad diaria en la isla pinta una historia muy diferente.
Según explicó, en febrero se sumaron más de 40 megawatts al SEN, y en marzo la cifra rebasó los 170. Para el cierre de junio, dijo, esperan alcanzar los 300 megawatts, y con suerte, llegar a más de 560 gracias a la instalación de paneles solares. “Esto nos da una garantía real, porque si el sistema se mantiene estable durante el día, se pueden mover todos los procesos productivos”, soltó con tono de alivio.
También habló de proyectos con energía solar para mejorar los sistemas de bombeo de agua y acueductos, e incluso mencionó un plan, con ayuda de un “país amigo”, para llevar electricidad a hogares aislados mediante paneles fotovoltaicos. “Aunque Cuba tiene más del 99% de electrificación, aún quedan casitas en lugares bien intrincados. Este año esas viviendas también se van a iluminar”, prometió el mandatario.
Pero esa luz al final del túnel todavía parece lejana para millones de cubanos. A pesar del discurso lleno de esperanza, el propio Díaz-Canel reconoció hace apenas unos días que el país sigue con un severo déficit energético. En su cuenta de X escribió: “Seguimos con déficit, pero ya conectados”, y aprovechó para agradecer la “comprensión” de la gente frente a los apagones, que en marzo llegaron a durar más de 48 horas en varias provincias.
Esa publicación provocó un tsunami de reacciones en redes sociales, y no precisamente de apoyo. Un internauta le respondió con sarcasmo: “Gracias Cuba… qué payaso eres, asere. Por eso andas con 40 escoltas y sueltas los perros cuando se va la luz, porque te aman con locura”. Frases como esa reflejan la desesperación contenida que recorre la isla.
En medio del colapso, Díaz-Canel incluso llegó a decir que su gobierno “no tiene la culpa” de la crisis energética porque, simplemente, “no hay dinero” para solucionarla de manera definitiva. Mientras tanto, en algunas zonas de Cuba, los apagones han superado las 20 horas al día, convirtiendo la vida cotidiana en una pesadilla.
Aunque muchos cubanos aguantan en silencio, no es por civismo ni por fe en el sistema. Es miedo. Miedo a salir, a protestar, a decir lo que sienten. Y ese silencio forzado no es resignación, es rabia contenida, frustración tragada a la fuerza y un cansancio que se multiplica cada vez que vuelve el apagón.