La movida del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha sacudido el panorama migratorio, especialmente para los que entraron al país usando la app CBP One. Este programa, lanzado bajo la administración de Biden, facilitó el ingreso legal de miles de personas a través de los puertos fronterizos. Sin embargo, esa puerta que antes estaba entreabierta, ahora se cierra de golpe, dejando a muchísimos migrantes con el corazón en la mano.
Desde enero de 2023, más de 900 mil personas lograron beneficiarse del parole temporal que les permitía vivir y trabajar legalmente en suelo estadounidense. Muchos esperaron meses, siguieron cada paso al pie de la letra y recibieron luz verde de los oficiales fronterizos. Pero ahora, con el cambio de timón que marca el regreso de Trump, se les pide que abandonen el país “de inmediato”. Así, sin más, como quien apaga la luz y cierra la puerta por fuera.
Según el comunicado oficial del DHS, la administración Biden «abusó» del uso de esta figura legal para permitir el ingreso de migrantes, lo cual —según ellos— exacerbó la crisis en la frontera. La secretaria Noem, en nombre de la seguridad nacional, ha decidido eliminar estos permisos como una forma de «cumplirle al pueblo estadounidense». El mensaje es claro: el que entró con parole por CBP One, tiene que ir recogiendo sus maletas.
Los correos electrónicos ya comenzaron a llegar. Cuatro cubanos que lograron entrar por esta vía recibieron instrucciones directas para irse lo antes posible, o se exponen a enfrentar sanciones —desde multas hasta medidas más severas. Y no es solo este grupo el que está en la mira. El DHS también anunció que revocará el parole humanitario para más de medio millón de personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela a partir del 24 de abril. Todo aquel que llegó con un patrocinador, queda en el limbo.
Como si no bastara, también se ha suspendido el Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de venezolanos y haitianos. Aunque por ahora un juez federal puso el freno, el panorama sigue lleno de incertidumbre. El cambio en las políticas migratorias entre administraciones no solo altera leyes, sino también vidas enteras.
Para los cubanos, que durante años fueron los más favorecidos por medidas de alivio migratorio, la situación se torna especialmente delicada. Muchos se encuentran ahora navegando un mar de dudas, sin saber si quedarse o irse, si pelear o rendirse.
En estos momentos complicados, los abogados especializados en inmigración están recomendando mantener la calma y moverse con inteligencia. Es crucial explorar alternativas legales como el asilo político o la Ley de Ajuste Cubano, si aplica. Tener a mano todos los documentos y pruebas de trámites iniciados puede ser clave para cualquier apelación o defensa. Además, consultar con un abogado con experiencia en estos temas puede marcar la diferencia entre quedarse o ser deportado.
Y sobre todo, hay que estar bien pendiente a cualquier notificación oficial. Ignorar un correo del DHS puede traer consecuencias mucho más graves que responder a tiempo. Porque, aunque el terreno esté movido, todavía hay formas legales de pelear por un futuro en este país.
El juego migratorio ha cambiado, y ahora más que nunca, se necesita claridad, orientación y mucha paciencia para no perder el rumbo.