Amanda Sanz, la ex de Ultrack, se lanza a los retoques estéticos en Miami y, como era de esperarse, las redes no han parado de hablar del tema. Con un tono relajado y sin rodeos, Amanda compartió que, después de sus dos embarazos, decidió regalarse un cambio físico que llevaba tiempo deseando. Y claro, como buena influencer, lo hizo público desde la misma clínica donde va a operarse.
“Estoy en una etapa de transformación, quitando y poniendo cositas que me hacían ruido, y esta cirugía forma parte de eso”, comentó desde su cuenta de Instagram, dejando claro que no hay drama, solo una mujer tomando las riendas de su autoestima. Según contó, hay partes de su cuerpo con las que no se ha sentido cómoda desde que se convirtió en mamá, y ahora está lista para recuperar su confianza frente al espejo.
Pero tú sabes cómo son las redes: más rápido que volando, empezaron los comentarios y las comparaciones, especialmente con Claudia Artiles, la actual pareja de Ultrack. Aunque Amanda ni mencionó al influencer ni a su novia, la gente no necesitó mucho para encender la candela. Desde halagos hasta indirectas bien directas, los usuarios lo soltaron todo.
Algunos celebraron su decisión con mensajes de cariño y apoyo, destacando lo guapa que siempre ha sido, con o sin bisturí. Pero otros no aguantaron el veneno: “Ahora viene la otra atrás”, “Ella no lo sabe pero 30 minutos después Claudia tiene cita”, “Se quitó 200 años de arriba después de dejar a Ultrack”, y otras joyitas que calentaron el debate.
Y como si fuera poco, hace apenas unos días, una seguidora le soltó a Claudia que debería operarse la barriga. Ella, sin perder el ritmo, respondió de forma sutil pero con intención: invitó a las clínicas estéticas de Miami a escribirle, dejando entrever que, si se da el arreglito, será con colaboración incluida.
Al final, lo que era un anuncio personal se volvió un circo mediático, como suele pasar en el mundo del chisme digital. Pero lo cierto es que Amanda está enfocada en su proceso, y si algo ha dejado claro es que no se trata de competir con nadie, sino de sentirse bien consigo misma. Lo demás, como siempre, lo resuelven los portales y los comentarios de pasillo.