Lo que debía ser una entrevista homenaje a una gloria del béisbol cubano terminó convirtiéndose en un burdo acto de censura. Omar Ajete, considerado uno de los mejores lanzadores zurdos en la historia de Cuba, fue abruptamente silenciado mientras hablaba en vivo sobre la difícil situación de los atletas retirados.
Desde el estadio Capitán San Luis, en plena transmisión de la III Liga Élite del béisbol cubano, Ajete respondía a una pregunta del periodista Yoan Luis Piedra cuando cometió el «error» de mencionar algo que el gobierno no quería escuchar.
“Aquí la atención es mala en todos los aspectos. Teníamos una tarjeta de combustible y es difícil echar combustible”, dijo antes de que, de manera repentina, le cerraran el micrófono, lo sacaran del plano y cortaran la conversación sin dar ninguna explicación.
Cuando decir la verdad es un riesgo
La escena fue tan rápida como reveladora: en Cuba, opinar fuera del guion oficial sigue siendo peligroso, incluso si eres una gloria del deporte. El corte repentino dejó claro que el régimen no tolera la menor crítica, sin importar de dónde provenga.
Hasta el momento, ninguna autoridad del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) ni del INDER ha dado explicaciones sobre lo sucedido. Tampoco se sabe quién tomó la decisión de censurar a Ajete en vivo, aunque muchos en redes sociales aseguran que fue una orden directa desde los controles de mando.
Este episodio confirma lo que muchos ya saben: en Cuba es imposible hacer periodismo sincero, incluso en temas como el deporte, que históricamente ha servido como herramienta de propaganda del régimen.
Indignación en redes sociales
Como era de esperar, el video del momento se viralizó rápidamente y las redes se llenaron de mensajes de apoyo a Omar Ajete. Muchos recordaron que el exlanzador, con más de 100 victorias en su carrera, fue pieza clave en equipos cubanos que brillaron en Juegos Olímpicos y Mundiales.
El corte abrupto de la entrevista también dejó al descubierto una gran contradicción del régimen: se exalta a los deportistas cuando sirven a la narrativa oficial, pero se les silencia en cuanto se atreven a hablar de la realidad.
¿Apoyo a las glorias deportivas? La mentira del régimen
Esta censura llega en un contexto donde el gobierno cubano ha intentado negar el abandono en el que viven muchas glorias deportivas.
En febrero, en respuesta a crecientes denuncias en redes sociales sobre la precariedad en la que se encuentran muchos exatletas, el comisionado nacional de Atención a los Atletas, Wilmer Lewis Calvo, salió en defensa del gobierno.
«Nuestras glorias ni están olvidadas ni muertas. Cumplimos el propósito de Fidel (Castro) de mantenerlas activas y presentes en la sociedad», aseguró Lewis Calvo en el programa oficialista Mesa Redonda.
Aunque reconoció que existen «insatisfacciones» y casos de exatletas en dificultades, negó que haya desamparo y prometió que cualquier denuncia sería atendida.
Sin embargo, la realidad es otra. Cada vez son más los casos de deportistas retirados viviendo en condiciones precarias, sin acceso a recursos básicos y sin apoyo real del Estado.
El caso de Omar Ajete solo suma más evidencia de que el gobierno cubano prefiere silenciar a sus ídolos antes que reconocer sus errores.
