Este miércoles 9 de abril, a las 4:00 p.m., la capilla del Cementerio de Colón en La Habana será el escenario de una ceremonia muy especial: una misa en memoria del niño cubano Damir Ortiz. Será un espacio íntimo y colectivo, donde quienes deseen podrán unirse a su abuela para rendirle un último homenaje desde la isla que lo vio crecer.
La noticia fue compartida en redes sociales por la activista Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia, quien amó a Damir como si fuera de su propia sangre. “Como una tía”, dijo con cariño. Según su publicación, la misa será oficiada por el padre Jorge Luis, y está pensada como un momento de luz en medio del dolor.
Desde que se conoció la historia de Damir, muchos cubanos se sumaron con oraciones, preocupación y actos de amor sincero. Salcedo quiso destacar que este acto no será solo una despedida, sino también una celebración por la vida del niño, por todo lo que provocó en los corazones de quienes lo acompañaron en su dura batalla. “Queremos darle gracias a Dios por el amor que lo rodeó”, escribió.
Pero más allá del agradecimiento, la misa será también un clamor por consuelo. Un pedido de paz para su madre, para toda su familia, y para los tantos que siguieron el caso con el alma en vilo. No es fácil despedir a un niño, y mucho menos cuando se ha convertido en símbolo de lucha y ternura para un pueblo entero.
“Queremos pedir por la luz del paraíso para Damir… y porque la misericordia de Dios alcance a todos”, compartió Idelisa, con palabras que calan hondo. Su mensaje también hace un llamado al corazón colectivo: acompañar este momento no solo como un gesto religioso, sino como un acto de humanidad y empatía.
“Que podamos sentir como nuestro el dolor del otro”, escribió. En ese sentimiento de hermandad, la misa también funcionará como cierre espiritual para quienes, desde lejos o desde cerca, apoyaron con esperanza al niño de las tías, como muchos lo conocen.
“Así sentiremos que su gente, la que nunca lo dejó solo, también lo despidió como se merece”, concluyó.
Por su parte, la activista Lara Crofs —nombre que usa en redes la cubana Yamilka Lafita— confirmó que ya está casi todo listo para el homenaje a Damir. Aunque confesó sentirse agotada tras una jornada de preparativos, agradeció con emoción el apoyo recibido: flores, imágenes, marcos y muchos gestos que han brotado del cariño.
“Gracias a los que me abrazaron en la calle, a los que dejaron su huella en este tributo”, escribió. Junto a sus palabras, compartió una imagen que formará parte de la ceremonia: un cuadro donde Damir aparece como el pequeño guerrero que fue hasta el final.
El dolor más puro, sin filtros ni adornos, vino de su madre, Eliannis Ramírez. A pocas horas del fallecimiento de Damir, publicó un mensaje en sus redes que rompió corazones y silencios. Su texto es un grito de amor y pérdida que solo una madre puede escribir con las entrañas.
Damir falleció la madrugada del sábado en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami. Una sepsis severa, causada por una bacteria resistente que contrajo en Cuba, terminó apagando su luz. Su traslado a Estados Unidos, el pasado 12 de marzo, fue posible gracias a una red de solidaridad médica y humana que no dejó de luchar hasta el último momento.
Y aunque ya no está físicamente, el eco de su historia aún retumba. Con una pluma herida y sincera, Eliannis escribió:
“Cuando una madre ve sin vida a su hijo en un cajón, siente como la muerte le arranca las entrañas… como se lleva sus sueños y la convierte en un envase vacío que solo quiere partir tras él.”
Cada palabra de ese texto es un retrato del dolor eterno. Un dolor que desarma, que paraliza, que deja a una mujer incompleta para siempre. “Cuando una madre ve sin vida a su hijo… se va con él una parte que nunca volverá”, escribió, y no hay frase que lo resuma mejor.
Este miércoles no será solo una misa. Será un acto de amor, de memoria, de pueblo. Una despedida con flores, con abrazos, con lágrimas… pero también con gratitud. Porque Damir, aunque breve su paso, dejó huellas que ya son eternas.