El chisme voló como pólvora en redes sociales: decían que el gobierno cubano iba a monitorear y grabar todas las llamadas y mensajes de la población. ¡Hasta WhatsApp estaba en la lista! Pero, ¿será verdad o puro cuento?
El Tribunal Supremo Popular salió al quite este domingo con un comunicado en Facebook, dejando claro que esa información es «totalmente falsa». Según ellos, el rumor está «plagado de mentiras y embustes malintencionados», y hasta pidieron a la gente que no lo comparta. «Infórmense por los canales oficiales», remataron.
Pero aquí hay un detalle curioso: resulta que este mismo bulo ya había circulado antes, en noviembre del 2024. El Tribunal asegura que es la misma historia reciclada, con el único fin de «manchar la imagen de las instituciones».
Ahora, tranquilo, que no cunda el pánico… pero tampoco la confianza ciega. Es cierto que en Cuba hay organismos, como la Seguridad del Estado, que históricamente han tenido métodos de vigilancia ciudadana. Sin embargo, el Tribunal insiste en que no están aprobando ninguna norma para espiar masivamente llamadas o chats.
¿Y de dónde salió este lío? Todo apunta a un audio viral donde una mujer alertaba que «van a grabar a todo el mundo», incluyendo conversaciones de WhatsApp. «Ojo con lo que escribes», decía, y hasta recomendaba avisar a amigos, «sobre todo a los que tengan negocio».
Pero vamos al meollo del asunto: aunque el Tribunal lo niegue, el tema de la vigilancia no es nuevo en Cuba. Hace unos años, un coronel de la Seguridad del Estado soltó en la tele que su lema es actuar «por encima de la ley si es por la Revolución». Y Díaz-Canel, el presidente, los defendió diciendo que son «respetados y admirados en el mundo».
Para rematar, en 2019 salió un decreto que legalizaba la vigilancia en redes digitales, dándole poder a las autoridades para intervenir comunicaciones sin orden judicial. Hasta EE.UU. protestó, diciendo que era un ataque a la privacidad.