El sistema eléctrico cubano vuelve a estar al borde del colapso. Este lunes, la Unión Eléctrica (UNE) confirmó que el domingo se registró un déficit récord de 1,808 MW a las 8:40 p.m., superando en casi 200 MW lo previsto. ¿Traducción? Apagones masivos en plena hora pico, con barrios enteros a oscuras.
Y la cosa no mejora. Esta mañana, el déficit seguía en 1,149 MW, dejando a miles sin luz antes del mediodía. Para la noche, se espera otro golpe: cortes cercanos a los 1,700 MW, rozando otra vez el límite histórico. ¿Se viene un blackout total como el de octubre pasado? Los números no mienten: el sistema está al borde del abismo.
¿Por Qué Cuba No Sale de Esta Crisis?
La respuesta es una mezcla de infraestructura envejecida, falta de combustible y mantenimiento postergado. La UNE lleva años parcheando el sistema, pero los cortes siguen empeorando. Y el gobierno? Su solución estrella son los parques solares: ocho nuevos se activaron esta semana, aportando 982 MWh el domingo.
Pero aquí está el problema: el sol no brilla de noche, justo cuando más se necesita la energía. Expertos señalan que, aunque la energía renovable ayuda, no es suficiente para una red tan deteriorada. «Sin inversión real en termoeléctricas y distribución, esto no se arregla», advierten.
El Pueblo Aguanta… Pero Hasta Cuándo?
Mientras las autoridades hablan de «esfuerzos», la gente sufre cortes sin aviso, neveras sin frío y noches a oscuras. En redes sociales, el malestar crece: «¿Cuándo habrá luz estable?», «Los partes oficiales no reflejan la realidad».
El panorama es claro: sin cambios profundos, la crisis energética seguirá golpeando a una población ya agotada. ¿Llegará el gobierno a un plan real, o seguiremos contando megavatios faltantes? Por ahora, el único «pico» seguro es el del descontento popular.