La muerte del pequeño Damir Ortiz ha sacudido a Cuba y al exilio, convirtiéndose en un símbolo del colapso del sistema de salud cubano. Sin embargo, en lugar de enfocarse en la tragedia, el vocero oficialista Humberto López aprovechó la oportunidad para criticar a la madre del niño, Eliannis Ramírez, por sus denuncias sobre la crisis sanitaria en la isla.
El periodista, conocido por su papel como defensor acérrimo del régimen, compartió en Facebook un mensaje que, a simple vista, parecía un homenaje a Damir. Pero en realidad, su publicación tenía un propósito muy diferente: desacreditar las críticas de la madre y proteger la imagen del sistema de salud cubano.
Un mensaje con segundas intenciones
En su post, López citó el mensaje de otro defensor del régimen, Orestes Hernández Hernández, escribiendo: «Murió un niño, un ángel, dijeran muchos». Aunque pudiera parecer un gesto de condolencia, el verdadero propósito del mensaje era otro.
Poco después, su discurso se enfocó en deslegitimar las denuncias de la madre de Damir, insinuando que había sido manipulada por activistas y opositores para atacar a los médicos cubanos. «Nuestros médicos no necesitan que los defiendan, su obra y su esfuerzo son de otra galaxia», escribió López, restándole importancia a los errores médicos que marcaron la historia del niño.
El periodista intentó minimizar las críticas al sistema de salud cubano y desviar la atención hacia una supuesta conspiración para desacreditar a los médicos. Sin embargo, lo que muchos vieron en su mensaje no fue una defensa de la salud pública, sino un intento de silenciar a quienes denuncian las deficiencias del sistema.
El caso que sacudió a Cuba y al mundo
Damir Ortiz se convirtió en un símbolo de la crisis médica cubana. Diagnosticado erróneamente con leucemia y sin recibir tratamiento adecuado para una infección bacteriana, su condición se agravó mientras permanecía en la isla.
Gracias a una visa humanitaria, Damir pudo viajar a Estados Unidos, donde finalmente recibió atención médica especializada. Sin embargo, las secuelas de la negligencia sufrida en Cuba fueron irreversibles. Aunque su estado mejoró inicialmente, la bacteria contraída en la isla lo debilitó y terminó costándole la vida.
Desde el exilio, Eliannis Ramírez se convirtió en una voz crítica contra el sistema de salud cubano, denunciando la falta de recursos y el mal diagnóstico que afectó a su hijo. Su valentía para hablar sobre estas deficiencias la convirtió en blanco de ataques por parte del régimen.
Humberto López: entre la propaganda y las amenazas
Lejos de asumir las fallas del sistema, Humberto López no solo minimizó las denuncias de Eliannis, sino que también lanzó una velada advertencia legal a quienes se atreven a criticar la atención médica en la isla. Su postura fue respaldada por el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP), que intentó responsabilizar a la madre del niño por no autorizar ciertos procedimientos.
En un acto de propaganda, el régimen incluso organizó un programa televisivo en el que varios médicos desacreditaron las denuncias de Eliannis. Sin embargo, la madre de Damir reveló que ninguno de esos doctores estuvo involucrado en la atención de su hijo.
La muerte de Damir Ortiz no solo expone las deficiencias del sistema de salud en Cuba, sino también la manera en que el régimen maneja las críticas: atacando a las víctimas en lugar de reconocer los problemas. La reacción de Humberto López ha dejado claro que, en la narrativa oficial, la culpa nunca recae en el sistema, sino en quienes se atreven a señalarlo.
