Un domingo que comenzó con esperanza terminó en tristeza para una familia de Limonar. El perfil oficialista Con Todos La Victoria compartió en Facebook que un niño, cuya identidad no ha sido revelada, desapareció en el mar mientras se bañaba junto a familiares. Todo indica que el pequeño fue víctima de una corriente traicionera o de un golpe de oleaje.
Desde el primer momento se activó una intensa operación de búsqueda. En el operativo participaron miembros del Ministerio del Interior, bomberos, rescatistas especializados, además de vecinos y allegados que no dudaron en unirse con la esperanza de encontrar al menor con vida. Las labores continuaron toda la noche, sin descanso, impulsadas por la desesperación y la fe de la comunidad.
La publicación oficial subrayó el papel fundamental de quienes han estado al pie del cañón, destacando que «la dedicación de los rescatistas es vital en momentos tan duros como este». También se pidió a la población que mantuviera la calma, evitando rumores y buscando información solo por las vías confiables.
Según el usuario de Facebook La Tijera, el niño estaba disfrutando de unos días en la playa con su hermano mayor, de 20 años, y un grupo de amigos. En un momento de descuido, el hermano lo dejó en el agua con otra niña, sin supervisión adulta. Fue entonces cuando ocurrió lo impensable: el pequeño desapareció. A pesar de los esfuerzos inmediatos para localizarlo, nadie pudo confirmar si fue tragado por el mar o si se alejó de la zona.
La familia, angustiada, lanzó una petición en redes sociales, rogando ayuda a quienes pudieran tener alguna pista. Incluso compartieron un número de contacto para cualquier información que pudiera ayudar a dar con el paradero del niño.
Testigos señalaron que el menor fue visto por última vez en el área conocida como La Punta, un lugar que, según advirtieron las autoridades de Centro Habana, no está autorizado para el baño, especialmente cuando el clima está de malas pulgas, como sucedía ese día.
Lamentablemente, al día siguiente, se confirmó lo que nadie quería escuchar: el cuerpo sin vida del niño fue encontrado. La búsqueda se había detenido brevemente por el mal tiempo, pero se reanudó al amanecer del viernes, cuando las condiciones permitieron continuar. El resultado fue un golpe durísimo para la familia y para todos los que mantuvieron la esperanza viva.
Las fuerzas del MININT y el Sistema de Urgencias Médicas estuvieron a cargo de recuperar el cuerpo. Una persona cercana al caso relató que el niño no estaba nadando como tal, sino que se acercó al borde del muro para recoger una chancleta que se le había caído… y fue en ese instante que la corriente se lo llevó.
Este no es el primer suceso trágico en nuestras aguas. En abril, se halló el cuerpo de Juan Ramón Herrera Silva, un hombre de 45 años que desapareció mientras practicaba pesca submarina junto a su suegro en Playa Verraco, Santiago de Cuba. Tras días de trabajo bajo condiciones marinas muy difíciles, su cuerpo fue localizado entre Playa Larga y Sigüa. Participaron en el rescate buzos del comando 4 Vista Alegre y personal del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), donde él trabajaba como especialista.
Son momentos duros que golpean a la comunidad, que siempre responde con unidad y solidaridad. El mar, tan bello como traicionero, nos recuerda que en cuestión de segundos puede cambiarlo todo.