El autobús de los Leones de la capital amaneció más ligero este martes, pero no por haber dejado pelotas volando en el estadio. ¡Los hampones se metieron con el equipo más querido de Cuba! Mientras los peloteros dormían, unos «vivos» se colaron al vehículo y aligeraron varios implementos deportivos, dejando en evidencia que ni el béisbol – religión nacional – se salva de la ola de inseguridad que azota al país.
El robo que indigna a la afición
La página Por La Goma destapó el escándalo: bates, guantes y otros utensilios del trabajo desaparecieron como por arte de magia durante la gira por Santiago de Cuba, donde los Industriales participan en la III Liga Élite. Lo más grave: ni la policía ni las autoridades deportivas han dicho esta boca es mía, dejando a los fanáticos con más preguntas que respuestas.
Redes vs. Silencio oficial
Como pasa cada vez más en la isla, fueron las páginas independientes las que sacaron el trapito al sol. Mientras las instituciones hacen mutis, los perfiles deportivos se han convertido en los verdaderos cronistas de lo que ocurre detrás del diamante. Y eso que hablamos del equipo insignia del béisbol cubano, no de cualquier novena.
¿Dónde están los límites?
Si hasta a los Industriales les pasa esto, imagínense al ciudadano de a pie. El mensaje es claro: en Cuba ya no hay nada ni nadie intocable. Lo robado no son simples cachivaches: son herramientas de trabajo para atletas que ya juegan con las uñas en medio de la precariedad que ahoga al deporte nacional.
La afición pide acción
Por La Goma, que sigue cada paso de los azules, hizo un llamado a recuperar los implementos. No es solo cuestión de justicia, sino de respeto mínimo a quienes mantienen viva la pasión por el deporte rey. Mientras, los fanáticos se preguntan: ¿Quién le pone el guante a la delincuencia en Cuba?
