La cosa está fea, mi gente. El CECMED acaba de lanzar una alerta roja por la aparición de medicamentos falsificados que están circulando en medio de la ya crítica escasez de fármacos en la Isla. «No se dejen engañar», advierten las autoridades, mientras la población se pregunta: ¿Cómo distinguir lo real de lo trucho?
Los medicamentos «piratas» que tienes que evitar
El CECMED publicó en sus redes sociales la lista negra de los productos adulterados que están vendiéndose como si fueran legítimos. Entre los más preocupantes están:
- TIOCTAN PLUS (Lote: 20821692)
- OXYDONNA 20 mg (Lotes: 20467072 / 11058698)
- ZATRIX 0.5 mg (Lote: 11037469)
- BRONPAX 7.5 mg (Lote: 21185882)
- DORMEX 7.5 mg (Lote: 20467112)
Pero ahí no para la cosa. También hay que evitar como el diablo a la tentación los lotes falsos de DOLO NEUROBION NF (cápsulas) y DOLO NEUROBION FORTE (inyectable), porque nadie sabe de dónde salieron ni qué demonios contienen.
¿Por qué esto es tan peligroso?
Imagínate esto: un diabético compra insulina falsa, un hipertenso adquiere pastillas que no sirven, o un paciente con dolor crónico se toma algo que ni los médicos reconocen. Las consecuencias pueden ser desde ineficacia hasta intoxicaciones graves. «Estos productos no pasaron controles, no sabemos qué llevan dentro», explica un portavoz del CECMED.
Y ojo, que esto no es nuevo. Ya en agosto del 2024 saltaron las alarmas por medicamentos adulterados como Dobutamina y Acetaminofén, y en noviembre del 2022 también hubo un escándalo similar. Parece que el mercado negro de fármacos se aprovecha de la desesperación de la gente.
¿Qué hacer si ves uno de estos productos?
Las autoridades piden reportar de inmediato si te topas con alguno de estos lotes sospechosos. Puedes contactar al CECMED por:
- Correo: vigilancia@cecmed.cu
- Teléfonos: 72164372 / 72164352 / 72164136
«Si un medicamento te parece raro, no lo compres ni lo uses», insisten. Mejor prevenir que lamentar.
El trasfondo del problema: la escasez que no cesa
El gobierno cubano habilitó la importación sin límites de medicinas para paliar la crisis, pero esa misma medida abrió la puerta a productos falsos o mal etiquetados. «Algunos llegan con indicaciones equivocadas o simplemente son un fraude», denuncian.
Mientras, la gente sigue haciendo colas interminables en farmacias, comprando lo que sea que aparezca, aunque no tengan seguridad de su procedencia. ¿Hasta cuándo seguirá este juego de ruleta rusa con la salud?