«Aquí se aprende pa’ la vida», dice un recluta en el último reportaje de Perlavisión, el canal oficialista de Cienfuegos, que pinta el servicio militar obligatorio como si fuera un campamento de verano con rifles. Según el material, los jóvenes no solo reciben entrenamiento castrense, sino que también disfrutan de «áreas de recreación», cultivan sus propios alimentos y hasta salen «mejor preparados pa’ la vida civil».
Pero, ¿será así de color de rosa la cosa? Porque mientras la televisión estatal habla de «derechos inviolables» y «autosuficiencia alimentaria», las redes hierven con denuncias de maltratos, trabajos forzados y condiciones inhumanas. La brecha entre el discurso oficial y la realidad es más ancha que el Malecón.
«Enseñanza para la vida»… ¿O supervivencia?
Uno de los soldados entrevistados asegura que tienen «buena alimentación, dormitorio y hasta tiempo libre». Sin embargo, exreclutas y familiares cuentan otra historia: raciones escasas, castigos absurdos y cero opciones para negarse. «Si te rebelás, te jodiste», podría resumir cualquier cubano que haya pasado por ahí.
Y aunque el reportaje insiste en que el servicio dura dos años (o 14 meses si es diferido), no menciona los casos trágicos que han encendido las protestas. Como el incendio en Matanzas (2022), donde varios reclutas murieron sofocados, o la explosión en Holguín (2025), que dejó nueve jóvenes desaparecidos. ¿Eso también es parte de la «formación»?
#NoAlServicioMilitarObligatorio: La campaña que no para
Desde hace años, padres y activistas exigen el fin del reclutamiento forzoso. El hashtag #NoAlServicioMilitarObligatorio se volvió tendencia tras las tragedias, y colectivos como Impacto Juvenil Republicano han salido a las calles a gritar: «¡Nuestros hijos no son carne de cañón!».
Pero el gobierno no solo ignora las demandas, sino que aprieta más las tuercas. En octubre del 2024, aprobó el Decreto 103, que multa con 7,000 pesos a quienes no se inscriban en el registro militar. Hasta los padres pagan si sus hijos no se presentan. ¿Justicia o presión política?
Mujeres: ¿Voluntarias o «convencidas»?
Para ellas el servicio es «voluntario», pero las campañas de reclutamiento son cada vez más agresivas. «Te lo venden como un deber patriótico», cuentan algunas jóvenes, mientras otras denuncian presiones indirectas. ¿Realmente hay libertad de elección?
Al final, la pregunta queda en el aire: Si el servicio militar es tan «formativo y humano» como dice la TV, ¿por qué tanta gente le huye? La respuesta, como casi todo en Cuba, tiene dos versiones: la oficial… y la real.
