En la madrugada del sábado, en pleno municipio habanero de Guanabacoa, un incidente insólito puso en alerta a las autoridades. Un ciudadano, identificado como Juan Miguel, fue detenido después de que se le resbalara una pistola negra cargada con seis proyectiles en plena vía pública. ¡Imagínate el cuadro!
Según la información publicada en Facebook por la página oficialista “La Diosa”, todo ocurrió mientras el hombre echaba combustible en el Cupet de la rotonda de la SHELL. Uno de los presentes no perdió tiempo y avisó de inmediato a la Policía, quienes llegaron rápidamente al lugar.
El mensaje compartido en redes sociales aseguraba que el individuo fue trasladado a la estación policial. «Espero que tenga claro que no está permitido andar por la calle con ese tipo de arma y que responda ante la Justicia por el delito cometido», señaló la publicación.
Este caso ocurre en un contexto donde las regulaciones sobre armas en Cuba se han puesto más severas. Recientemente, el gobierno endureció el control con el Decreto 11, que impone normas estrictas sobre la tenencia de armamento, incluso el destinado a la caza y el deporte. Ahora, sólo aquellos que cuenten con autorización del Ministerio del Interior pueden portar armas, y quienes incumplan enfrentan sanciones más drásticas, incluyendo la confiscación definitiva del armamento.
Pero este no fue el único episodio que sacudió la isla ese día. En Matanzas, otro hombre fue arrestado cuando intentó ingresar al casco urbano con una escopeta sin declararla durante un registro vehicular. La policía detectó el arma oculta en su auto y procedió con su detención, reforzando así la aplicación del reciente decreto.
Por si fuera poco, la preocupación sobre el uso de armas tomó otro giro trágico una semana después. Un niño sufrió la pérdida de un ojo tras recibir un disparo accidental en un campo de tiro en Cuba, un hecho que desató una ola de indignación en redes sociales. Activistas y ciudadanos denunciaron la falta de medidas de seguridad en estos espacios, poniendo en tela de juicio el control sobre las prácticas con armas de fuego en el país.