El condado de Orange se ha convertido en el epicentro de la polémica migratoria en Florida, con un récord de cerca de 10,000 órdenes de deportación emitidas por ICE. Y esto podría ser solo el comienzo: analistas advierten que la cifra podría duplicarse pronto, lo que pone en jaque a miles de familias indocumentadas.
¿Qué está pasando exactamente? Todo viene de un nuevo acuerdo entre el condado y ICE, donde 17 oficiales correccionales recibirán entrenamiento especial para actuar como agentes de inmigración. «No solo los van a detener, sino que los podrán transferir directamente a ICE», explicó una fuente cercana al programa.
Florida le dice «NO» a los indocumentados
El gobernador Ron DeSantis ha sido claro: «Florida no será un santuario». Bajo su mandato, varias ciudades—como Hialeah, Fort Myers y Coral Gables—han firmado el programa 287(g), que autoriza a la policía local a colaborar con ICE en la caza de inmigrantes sin papeles.
«Si un funcionario se niega a cooperar, lo suspendemos», ha dicho DeSantis. La medida ha generado aplausos entre sus seguidores, pero también fuertes críticas de activistas, que temen redadas indiscriminadas y perfiles raciales.
La comunidad hispana, en la mira
Con un 33% de población latina, el condado de Orange es uno de los más diversos de Florida. Muchos viven con el temor de que una multa de tráfico o una denuncia menor los lleve directo a un centro de deportación.
«Esto no es solo aplicar la ley, es sembrar el miedo», denuncia un líder comunitario. Defensores de migrantes alertan que estas políticas destruyen la confianza entre la policía y las comunidades, haciendo que muchos prefieran no denunciar crímenes por miedo a ser deportados.
¿Y los derechos humanos?
Mientras el gobierno estatal celebra la «mano dura», organizaciones como la ACLU y United We Dream han alzado la voz. «Esto abre la puerta a abusos y discriminación», advierten.
El dilema es claro: para algunos, se trata de seguridad y ley. Para otros, de persecución y separación familiar. Lo cierto es que, con elecciones a la vuelta de la esquina, el tema migratorio será clave en Florida.