El gobierno cubano se ha vuelto experto en celebrar logros que no solucionan nada. Esta vez, la noticia fue la conexión de seis nuevos parques solares al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), un intento más por aliviar la crisis energética que sigue golpeando al país.
Según el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, los parques solares ubicados en Granma, Artemisa, Villa Clara, Holguín, Matanzas y Ciego de Ávila ya están funcionando y aportando energía. Pero, ¿realmente esto marcará la diferencia?
Díaz-Canel y su “gran noticia”
El presidente Miguel Díaz-Canel no tardó en calificar la inauguración de los parques como una “gran noticia”, asegurando que es fruto del esfuerzo del pueblo cubano. Su mensaje, como siempre, estuvo cargado de optimismo y promesas de que el país sigue avanzando en la recuperación del sistema eléctrico.
El problema es que, más allá del discurso triunfalista, la realidad sigue siendo la misma: los apagones no han desaparecido y las propias autoridades admiten que la energía solar no resolverá el problema de fondo.
¿Un paso adelante o más de lo mismo?
Si bien la incorporación de energía renovable es un avance, la verdad es que ni siquiera el plan de instalar 1.000 megawatts (MW) de energía solar para 2025 eliminará los apagones. ¿La razón? La crisis energética en Cuba no solo se debe a la falta de generación, sino también a la escasez de combustible para alimentar las termoeléctricas obsoletas del país.
El propio ministro De la O Levy lo dejó claro en una entrevista reciente con el diario Granma: aunque se instalen los 1.000 MW solares, el déficit no desaparecerá. Y es que, en días críticos, el país ha tenido un déficit de 1.500 MW, de los cuales 1.000 MW se debieron a la falta de combustible.
El gran problema: sin baterías, no hay solución
Otro punto clave que el gobierno no menciona mucho es que la energía solar tiene una gran limitación: no hay baterías para almacenarla. Esto significa que solo se puede aprovechar durante el día, pero cuando llega la noche y el consumo aumenta, no hay respaldo para cubrir la demanda.
Además, las termoeléctricas cubanas llevan más de 40 años en funcionamiento sin el mantenimiento adecuado, y la producción nacional de petróleo está en caída libre. Sin crudo suficiente ni infraestructura moderna, incluso si todas las plantas operaran, el problema seguiría igual.
Energía renovable vs. apagones interminables
El plan del gobierno incluye construir medio centenar de parques solares, pero la pregunta es: ¿qué tan efectivo será esto si no se resuelve el problema estructural?
Mientras tanto, los cubanos siguen sufriendo apagones de varias horas al día, afectando la vida cotidiana, la producción y hasta la conservación de los alimentos. La energía renovable es sin duda el camino a seguir, pero sin inversiones reales en almacenamiento y generación estable, los cortes de luz seguirán siendo parte del día a día en Cuba.