El artista cubano Chocolate MC dejó a todos con el corazón en la mano durante una videollamada cruda y sin filtros en el programa de Alexander Otaola. Entre confesiones y lágrimas, el reguetonero desnudó su alma y reveló la otra cara de la fama: soledad, arrepentimientos y una industria que, según él, «es el mismísimo infierno».
«Detrás de esta risa, yo estoy llorando»
Con la voz quebrada, Chocolate confesó lo que muchos no esperaban escuchar: «Ahora entiendo a El Taiger y a otros que han hablado de este vacío». Pero aclaró: «No es un bajón pasajero, esto va más allá».
El cantante recordó con nostalgia sus días de padre tranquilo, cambiando pañales y disfrutando de la rutina familiar. «Todo se jodió cuando cambié culeros por culitos», admitió, refiriéndose a su etapa de excesos. «Mientras más mujeres tenía, más solo me sentía».
La industria musical: ¿un juego sucio?
Sin tapujos, Chocolate soltó la bomba: «Esta industria es una farsa». Según él, el éxito viene con un precio altísimo: «Cuando entras, ya estás marcado. Te usan, te gastan y te botan».
Pero lo más doloroso fue su mea culpa: «Si le hubiera hecho caso a mi mamá…», musitó, dejando claro que los consejos maternos nunca caducan.
«Estoy en peligro, pero eso me motiva»
Aunque admitió sentirse «en la mira», Chocolate aseguró que las adversidades lo hacen más fuerte: «Cuando tengo un enemigo, me crecen alas».
Eso sí, no todo es oscuridad. El artista agradeció a su «comadre Laura», a Osmani y a su nuevo equipo, «que me están salvando el alma». Pero reconoció: «No es fácil cargar con tantos problemas y seguir sonriendo».
Fans en shock: «¡Chocolate, no estás solo!»
Las redes explotaron de mensajes de apoyo. «Qué fuerte verlo así, siempre lo imaginamos feliz», escribió una seguidora. Otro fan fue directo: «El dinero no compra la paz, hermano».
Moraleja: La fama puede ser una jaula de oro. Chocolate MC, el hombre que hizo bailar a medio Cuba, hoy pide a gritos que lo vean más allá del escenario.