¡Quién lo diría! Giselle Odette, la recordada «rubia de Pateando la lata», ha cambiado los sets de televisión por los mats de yoga, y parece que le va de maravilla. La actriz, que en los 2000 robaba suspiros con su carisma en la pantalla chica, ahora guía clases de yoga en los jardines del Hotel Nacional de Cuba, y su debut ya tiene a todos hablando.
«Fluyendo» en La Habana con buena energía
En un post lleno de buena vibra, Giselle compartió fotos de su primera clase, rodeada de un grupo de mujeres, entre ellas la actriz Maikel Amelia (Tras la huella). «Así van las cosas cuando fluyes en yoga», escribió, agradeciendo la complicidad de sus alumnas.
Y parece que la sesión fue todo un éxito, porque Maikel no se quedó callada: «Gracias por conectarnos, por el té, los chocolates amargos y tu energía hermosa», le dedicó, describiendo la experiencia como un momento de «magia, paz y meditación».
De la India a Cuba: Un viaje espiritual
Giselle no llegó a esto de casualidad. En 2023, la actriz viajó a la India, donde se sumergió en el mundo del yoga y la espiritualidad, perfeccionando su práctica hasta convertirse en instructora. Ahora, de vuelta en Cuba, está decidida a compartir lo aprendido con quienes buscan un momento de paz en medio del ajetreo habanero.
¿Qué fue de la «rubia de Pateando la lata»?
Para los que crecieron viéndola en TV, Giselle Odette era sinónimo de risas y talento. Su papel en Pateando la lata la convirtió en un ícono de los 90 y 2000, pero cuando el programa cerró, su presencia en la pantalla se fue diluyendo.
Sin embargo, no desapareció del todo: en 2015, sorprendió al aparecer en la película peruana Amores gatos, una tragicomedia indie sobre un poeta cuidador de felinos en Nueva York. Y aunque no volvió a la televisión cubana, se mantuvo activa en la escena cultural, participando en eventos como el Festival del Monólogo Latinoamericano y Premio Terry 2023.