La decisión del gobierno de Donald Trump de poner fin al parole humanitario para miles de inmigrantes ha metido en tremendo lío a los legisladores republicanos de origen cubano en Estados Unidos. Ahora están entre la espada y la pared: o respaldan la medida de su líder político o defienden a los miles de cubanos afectados, muchos de los cuales forman parte de su base electoral en Miami-Dade.
Un programa que benefició sobre todo a los cubanos
Fue el expresidente Joe Biden quien implementó este parole humanitario, beneficiando a cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos. Con esta política, más de 500,000 personas lograron establecerse en EE.UU. con un permiso temporal de hasta dos años, siempre y cuando contaran con un patrocinador. Pero si hay un grupo que realmente se vio favorecido por este programa, fueron los cubanos.
En Miami-Dade, donde viven más de un millón de cubanoamericanos, la política migratoria siempre ha sido un tema candente. En las últimas décadas, la comunidad cubana ha acumulado bastante poder dentro del Partido Republicano, un fenómeno que ha marcado las elecciones en Florida.
¿Por qué los cubanos tienden a apoyar a los republicanos?
Según Guillermo Grenier, profesor de la Universidad Internacional de Florida y experto en la opinión de los cubanoamericanos, los recién llegados muchas veces no entienden del todo el panorama político de EE.UU., pero rápidamente adoptan la afiliación republicana porque es la dominante en su entorno. Como él mismo dice: “Llegan y lo que oyen es que el Partido Republicano es el partido de los cubanos”.
No es casualidad que Miami-Dade, un bastión demócrata por años, haya dado un giro a la derecha. El gobernador Ron DeSantis conquistó el condado en 2022, y en 2024, Trump lo ganó cómodamente. De hecho, en Florida, el 70% de los cubanoamericanos votó por Trump.
El dilema de los políticos cubanoamericanos
Este respaldo masivo al Partido Republicano ha llevado a que una buena cantidad de cubanoamericanos ocupen escaños en el Congreso y en la Legislatura de Florida. Pero ahora que la administración Trump ha decidido cerrar el grifo del parole, muchos de estos políticos están en aprietos.
El senador estatal Alexis Calatayud, republicano de Miami, evadió varias preguntas sobre el tema en una entrevista con NBC News. Por su parte, la congresista María Elvira Salazar, hija de exiliados cubanos, intentó mantenerse en equilibrio, criticando a Biden por su manejo de la inmigración, pero al mismo tiempo pidiendo que Trump no castigue a los afectados.
“Trump está limpiando el desastre político de Biden. Pero su gobierno no debería dejar en el limbo a los cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses que creyeron en las promesas de Biden”, escribió en X (antes Twitter).
Sin embargo, cuando se le pidió una postura más clara sobre el fin del parole, su equipo solo redirigió a los periodistas a esa publicación en redes.
Silencio en las altas esferas republicanas
Los congresistas Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, ambos republicanos y representantes de distritos que incluyen Miami-Dade, no han dado declaraciones sobre la medida ni han dicho si intentaron frenarla. Lo mismo ocurre con Danny Pérez, presidente de la Cámara de Representantes de Florida, y con otros legisladores estatales de origen cubano. Parece que nadie quiere enfrentarse abiertamente a Trump.
Para el profesor Grenier, este silencio tiene que ver con lo delicado del tema y con el hecho de que el Partido Republicano siempre ha apoyado a la comunidad cubanoamericana. “Los cubanos siempre han sido los niños mimados de la inmigración”, explicó, señalando que en el pasado siempre contaron con políticas favorables.
¿Y ahora qué?
Muchos pensaban que si el parole humanitario desaparecía, algo lo sustituiría, al menos para los cubanos. Pero no fue así. “Nadie imaginó que lo iban a cortar tan en seco”, dijo Grenier. “Simplemente aplicaron la política de Trump: frenar la inmigración y deportar a la gente una vez que está aquí”.
En su aviso oficial sobre la eliminación del programa, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, argumentó que el parole no tenía un “beneficio público significativo” y que no cumplía con los objetivos de la política migratoria de Trump.
Mientras tanto, en Washington, el senador Marco Rubio, ahora Secretario de Estado, tampoco ha emitido una declaración sobre el tema. Y esto sorprende, porque Rubio ha sido un duro crítico de los regímenes de América Latina, especialmente el cubano. Pero sobre la revocación del parole, ni una palabra.
¿Tendrá consecuencias políticas?
Aún no está claro si este cambio afectará el apoyo de los cubanoamericanos a Trump y al Partido Republicano. Según Grenier, la mayoría de los cubanos en EE.UU. se identifican primero como republicanos y después como cubanos. “Ahora Trump está eliminando políticas que beneficiaban a los cubanos. ¿Les pasará factura? No lo sé”, admitió.
Lo que sí está claro es que si alguien tiene el poder de frenar esta medida, son los propios cubanoamericanos. “Los cubanos son los únicos con peso político para oponerse”, concluyó Grenier. “Pero hasta ahora, no han hecho nada”.