¿Te imagina’ vivir con 2,100 pesos al mes? Eso es, más o meno’, 6 o 7 dólares en el mercado informal. Pues el creador cubano «El Henry» (@itss_henryyy_) se lanzó a la calle pa’ mostrar, con esa picardía y humor criollo que no falta, qué se puede comprar con un salario mínimo en la Isla. Y, chico… el resultado es pa’ ponerse serio.
«Vamo’ a ver qué alcanza con esta platica», dice Henry al arrancar el video, mientras recorre kioscos como quien va de safari: puré de tomate «más ácido que tu suegra», aceite, sazón, sal, refresco instantáneo, ají y… ¡dos pizzas de queso! Pero aquí viene el plot twist: ¡hasta eso se pasó del presupuesto!
«Tuve que meterle un poquitico más pa’ las pizzas, porque no daba», confiesa el joven al final. Y es que, ni renunciando a lo básico, la matemática cuadra. ¿La moraleja? En Cuba, el salario mínimo no te compra ni la felicidad… ni el almuerzo.
Reacciones: Entre el «jama» y el «¡qué barbaridad!»
El video se volvió tendencia en redes, con cubanos dentro y fuera echando leña al fuego de los comentarios. «Esto no es vida, es resistencia», soltó uno. Otro contó que con la pensión de su abuela solo alcanzaba pa’ una pizza y aceite… y eso si no le subían el precio a mitad de mes.
Hasta los que están «allá afuera» se unieron al debate. «Se lo enseñé a un rumano y se quedó en shock», dijo un usuario. «Aquí con 7 dólares te compras un café decente… allá es tu sueldo de un día», remató otro.
Pero no todo fue indignación. También hubo risas con lágrimas, como la usuaria que escribió: «Me parto contigo, Henry… pero después me echo a llorar». Y es que, como bien resumió otro: «En Cuba, comer ya no es necesidad… es lujo».
La cruda realidad: No es solo un video, es el día a día
El clip de Henry no es caso aislado. Hace poco, una maestra en licencia de maternidad mostró que con sus 8 dólares al mes no le alcanzaba ni pa’ un juguete de 1,000 pesos pa’ su niño. ¿Se entiende? Trabajar pa’ el Estado ya no garantiza ni el plato de comida.
Las redes se han vuelto el megáfono de una crisis que no frena: inflación por las nubes, precios que suben más rápido que el sol, y salarios que «parecen broma pesada». Ya sea con humor ácido o denuncias directas, los cubanos están pintando en vivo lo que las cifras no cuentan.
¿Conclusión? Como diría cualquier cubano de a pie: «Esto no hay quien lo aguante». Y mientras, la gente sigue inventando… porque pa’ llorar, ya no queda ni tiempo.
¿Y tú? ¿Qué comprarías con 2,100 pesos en tu país? ¡Déjanos tu comentario! 👇😅