Este domingo hubo tremendo susto en las calles de Jagüey Grande, Matanzas, cuando un clásico Buick Special 1958 – de esos que hacen suspirar a los amantes de los autos – se dio un besito con una moto. El resultado: dos heridos y un pedacito de historia automovilística rayada.
¿Qué pasó?
Según reportó la página ‘Yo Amo Jagüey’, el choque ocurrió cerca de las 2:00 p.m. en la esquina de calles 13 y 66. El Buick, con sus aletas traseras icónicas y cromados brillantes, quedó con un buen raspón en el lateral, mientras la moto terminó «tumbada» en el asfalto.
Los dos heridos fueron llevados al hospital, pero por ahora no hay detalles de su estado. Lo que sí sabemos es que los vecinos no tardaron en llegar – unos a ayudar, otros a ver el «espectáculo» – mientras la policía trata de armar el rompecabezas del accidente.
El Buick Special: Un fósil sobre ruedas que sigue vivo
Este no es un carro cualquiera: es un pedazo de la Cuba de los 50, cuando la isla era el paraíso de los autos americanos. El Buick Special del 58 era puro lujo:
- Faros dobles que parecen ojos de robot 🤖
- Parrilla cromada más brillante que un espejo
- Aletas traseras (¡o «tailfins»!) que parecen alas de cohete 🚀
En Cuba quedan pocos como este, pero los que hay son testigos mudos de una época dorada. ¡Y lo más increíble? Siguen rodando gracias a la inventiva de los mecánicos cubanos, que con un alambre y un milagro los mantienen vivos.
Cuba: El país donde los autos viejos son leyenda
¿Sabías que Cuba fue alguna vez el sexto país del mundo con más autos por persona? 🏆 En los 50, las calles habaneras parecían un catálogo de General Motors:
- Chevrolet, Ford, Pontiac y, por supuesto, Buick
- Publicidad que decía: «Usted SÍ puede tener un Buick» (¡y muchos lo lograron!)
- Salones de exposición en La Habana donde los cubanos compraban autos a plazos, como hoy compramos un móvil
Hoy, esos mismos autos son reliquias, pero en Cuba no son piezas de museo: son el taxi de la esquina, el carro de la boda o el orgullo de un coleccionista.
¿Qué pasará con el Buick accidentado?
Ojalá lo reparen, porque cada clásico que se pierde es un pedazo menos de nuestra historia. Eso sí, el dueño tendrá que buscar un buen chapista… y quizás rezar para que encuentre los repuestos.
¿Tú qué opinas? ¿Te gustan estos autos clásicos? ¿Crees que deberían protegerlos más? ¡Déjanos tu comentario!