Lo que debió ser un momento de alegría se convirtió en una pesadilla para Haikana Meneses García, una joven cubana de 16 años que estuvo al borde de la muerte tras sufrir una grave infección postparto. Durante 46 días, luchó por su vida en terapia intensiva, conectada a un ventilador mecánico y sometida a múltiples cirugías.
Su caso, considerado extremadamente crítico, requirió la atención de un equipo médico multidisciplinario que hizo todo lo posible para estabilizarla en un sistema de salud marcado por la crisis y la falta de recursos.
El parto parecía normal, pero todo cambió en pocos días
El 12 de enero, Haikana dio a luz en un hospital de Sancti Spíritus sin aparentes complicaciones. Seis días después, comenzó su calvario. Su episiotomía se abrió y esto permitió la entrada de bacterias que desencadenaron una agresiva infección.
La joven fue trasladada de urgencia al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, donde los médicos confirmaron que sufría sepsis grave, una condición potencialmente mortal que rápidamente afectó su sistema respiratorio.
Más de 30 días conectada a un ventilador
La infección avanzó a gran velocidad, provocando una bronconeumonía severa que comprometió sus pulmones. Los médicos se vieron obligados a intubarla, manteniéndola con ventilación mecánica durante más de un mes.
Para salvar su vida, tuvo que ser sometida a procedimientos de alto riesgo, incluyendo:
🔹 Cirugía torácica para drenar un empiema pulmonar.
🔹 Traqueostomía para mejorar su capacidad de respirar.
🔹 Videotoracoscopia para limpiar la cavidad pleural.
Pero lo más impactante fue que la infección también afectó su sistema reproductivo. Los médicos tuvieron que remover su útero y ovarios, dejándola sin posibilidad de concebir en el futuro.
La lucha contra la crisis sanitaria en Cuba
A pesar del esfuerzo del personal médico, el caso de Haikana también puso en evidencia las graves deficiencias del sistema de salud cubano. La falta de insumos, equipos y personal especializado ha convertido situaciones de emergencia como esta en auténticas carreras contra el tiempo.
Cuba atraviesa una de las peores crisis sanitarias en décadas:
🚨 Más de 13,300 médicos abandonaron el país en 2023.
🚨 Hospitales sin medicamentos, guantes ni jeringuillas.
🚨 Guardias médicas sin personal suficiente para atender emergencias.
A pesar de las adversidades, Haikana logró aferrarse a la vida. Después de semanas en estado crítico, su cuerpo comenzó a responder y finalmente pudo respirar por sí misma. Cuando le retiraron la traqueostomía, sus primeras palabras fueron un testimonio de su lucha:
«Es un milagro que esté viva.»
Su madre, Misleidy García Fernández, no pudo contener las lágrimas al verla hablar nuevamente.
Una historia de supervivencia que deja una gran reflexión
Más allá de la dramática historia de Haikana, su caso refleja la vulnerabilidad de las madres adolescentes en Cuba y los enormes retos de un sistema de salud en crisis.
¿Hasta cuándo los cubanos seguirán enfrentando condiciones médicas tan precarias? ¿Cuántas vidas más estarán en riesgo por la falta de insumos y personal médico?
Lo cierto es que Haikana Meneses se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza, pero muchas otras mujeres no corren con la misma suerte.