El presentador cubano Alexander Otaola no se anda con rodeos, y esta vez confirmó en su programa Hola Otaola que ya tiene en sus manos la demanda por difamación presentada por la influencer Flor Danay Hernández, más conocida como Flor de Cuba. La demanda, impulsada por el abogado Karel Suárez en una corte de Miami, alega que Otaola ha hecho declaraciones falsas y dañinas contra la imagen pública y profesional de la demandante. Pero, como buen polemista, Otaola no solo no se asusta, sino que celebra la oportunidad de un “careo” frente a frente.
“Finalmente vamos a estar en un careo. Maravilloso. Lo dije, cuando yo reciba los papeles, hablamos de eso”, declaró Otaola con su estilo característico, desafiante y seguro de sí mismo. Además, prometió analizar el caso a fondo en su programa, señalando que hay “inconsistencias” en la demanda. Para él, la vida es una contradicción, y “las caretas siempre se caen”. Y si de algo se jacta Otaola, es de ser experto en “tumbar caretas”, así que este proceso, según él, solo servirá para sacar a la luz las contradicciones de su contrincante.
¿Qué dice la demanda?
Flor de Cuba acusa a Otaola de haberla vinculado falsamente con actividades como proxenetismo, lavado de dinero y colaboración con la Seguridad del Estado cubano. Según la influencer, estas acusaciones han afectado gravemente su salud mental y reputación. Sin embargo, Otaola no se achica y defiende sus comentarios como parte del ejercicio legítimo de su libertad de opinión.
El tiktoker Denis entra en escena
Durante su programa, Otaola presentó un video del tiktoker Denis, conocido por su canal Reflexiones de Denis, quien asegura haber encontrado contradicciones en la demanda. Con este movimiento, Otaola busca reforzar su postura de que la demanda no tiene pies ni cabeza y que solo es un intento por desgastarlo mediáticamente.
“Yo sabía que venían las demandas este año, una detrás de otra… pero yo estoy tranquilo”, dijo Otaola, confiado en su equipo legal y en que este proceso no hará más que reafirmar su posición. Además, recordó que lleva más de ocho años cuestionando a Flor de Cuba, desde que la entrevistó en Diario Las Américas por unas polémicas declaraciones racistas hacia modelos en Cuba.
¿Difamación o libertad de expresión?
Otaola también se defendió de las acusaciones de difamación argumentando que referirse a Flor de Cuba como “loca” no constituye un delito, ya que, según él, la propia influencer ha reconocido públicamente que recibe tratamiento psiquiátrico y ha enfrentado adicciones. Para Otaola, esto no es más que otro capítulo en su larga historia de polémicas y debates, y asegura que seguirá informando a su audiencia sobre el desarrollo del caso.