La crisis energética en Cuba no solo está dejando a la gente en la oscuridad, sino que también ha encendido las alarmas por el aumento de desapariciones, especialmente de mujeres.
Los prolongados apagones dificultan la comunicación, impiden la rápida difusión de alertas y complican la respuesta de las autoridades. Mientras el país enfrenta cortes eléctricos de hasta 20 horas diarias, cada vez más cubanos están preocupados por la seguridad en las calles y en sus propios hogares.
Casos que han estremecido a la población
La organización feminista Alas Tensas ha documentado varios casos ocurridos durante el último gran apagón, que tuvo lugar entre el 15 y el 17 de marzo de 2025.
Entre ellos, el de Doraiky Águila Vázquez, desaparecida el 15 de marzo en Lawton, La Habana. También el de Julia Salvadora Segura Guerra, quien fue reportada como desaparecida el mismo día y más tarde hallada sin vida en su hogar en el poblado Primero de Enero, Ciego de Ávila.
Según Alas Tensas, estos cortes de electricidad afectan mucho más que la economía y la rutina diaria. La seguridad de las personas está en juego, y la falta de Internet y telefonía móvil durante los apagones retrasa la difusión de alertas de desaparición, haciendo que el tiempo juegue en contra de quienes buscan a sus seres queridos.
¿Por qué es tan difícil encontrar a los desaparecidos?
Uno de los principales problemas es que en Cuba no existe un protocolo oficial de alerta para desapariciones. Sin un sistema que permita movilizar recursos de emergencia, las búsquedas se hacen a ciegas y con grandes limitaciones.
Ante esta realidad, activistas y ciudadanos exigen que las autoridades establezcan un sistema de alerta rápida, similar a los que existen en otros países. También piden que la Policía y los medios de comunicación tengan un mecanismo efectivo para difundir estos casos de inmediato.
Otro caso reciente: un adolescente desaparecido en Guanabacoa
El pasado jueves, la familia de William Omar Prieto Bermúdez, un adolescente de Guanabacoa, denunció que el joven está desaparecido desde el sábado. Según relataron a CiberCuba, William salió de su casa y no ha regresado, lo que ha aumentado la preocupación en la comunidad.
Mientras tanto, las provincias cubanas siguen sumidas en apagones interminables, con la crisis energética agravada por la paralización de varias termoeléctricas.
El llamado de la población es claro: la seguridad no puede seguir dependiendo de la suerte o de la luz del día.