En medio de una crisis energética que tiene a los cubanos al borde de la desesperación, el gobierno aseguró este miércoles que el país pronto se ubicará entre los tres primeros del mundo en avanzar más rápido hacia el uso de energías limpias. Una afirmación que, para muchos, suena más a ciencia ficción que a una realidad tangible.
«Cuba entre los líderes mundiales en renovables»
Durante su participación en el programa oficialista Mesa Redonda, Ramsés Monte Calzadilla, director de Política y Estrategia del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), aseguró que la isla está dando pasos firmes en el desarrollo de energías renovables.
Según el funcionario, China lidera la transición energética a nivel global, pero Cuba estaría avanzando a una velocidad que, proporcionalmente, podría ubicarla entre los tres países con mayor crecimiento en energías limpias. Un discurso que parece buscar calmar el malestar de la población, que enfrenta apagones constantes y una crisis energética sin precedentes.
«El salto que vamos a dar en energía renovable este año probablemente nos coloque entre los tres primeros países del mundo en avanzar más rápidamente en esta transición», afirmó Monte.
Paneles solares, parques eólicos y baterías… en teoría
Monte explicó que el objetivo es reducir la dependencia del petróleo importado, que actualmente representa casi el 50% del consumo energético del país. Para ello, se están instalando paneles solares, parques eólicos y sistemas de almacenamiento con baterías para garantizar energía en horarios nocturnos o de alta demanda.
Además, el gobierno apuesta por los vehículos eléctricos como una alternativa más eficiente que los tradicionales de combustión. Según Monte, un carro convencional rinde 10 km por litro, mientras que uno eléctrico con la misma cantidad de energía podría recorrer hasta 50 km.
También destacó la incorporación de bombas de calor industriales, que permitirían reducir el consumo de combustible en sectores como el turismo y la industria.
Cuba, una potencia en renovables… pero con apagones diarios
A pesar del optimismo del gobierno, la realidad en las calles es otra. Las plantas generadoras están en crisis, las roturas son constantes y los apagones se han vuelto el pan de cada día.
En los últimos meses, cuatro apagones masivos han dejado a millones de cubanos en la oscuridad, lo que ha provocado protestas en varias provincias.
El propio Monte reconoció que la crisis energética es un obstáculo serio, pero insistió en que Cuba debe desarrollar una «cultura energética», promoviendo el uso racional de la electricidad en universidades, empresas y organismos estatales como la Oficina Nacional para el Uso Racional de la Energía (Onure).
«La explotación de estas tecnologías es mucho más económica que seguir dependiendo de combustibles fósiles», afirmó Monte, destacando que Cuba importa más de la mitad del petróleo que consume y que las dificultades para acceder a este recurso han generado un impacto negativo en la economía y la vida cotidiana.
¿Soberanía energética o espejismo?
Aunque el gobierno insiste en que Cuba avanza aceleradamente hacia un futuro energético más limpio, la dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo alarmante.
Durante el mismo programa, Rosell Guerra Campaña, director de Energía Renovable del MINEM, reconoció que lograr la soberanía energética es casi imposible debido a los altos costos y la dependencia del petróleo importado.
Sin embargo, el gobierno sigue apostando por su ambicioso macroprograma de energías renovables, que incluye la instalación de 92 parques solares y proyectos con financiamiento chino que sumarían 120 MW adicionales.
Ovel Concepción Díaz, director de generación con fuentes renovables, detalló que la instalación de estos parques ha sido un desafío logístico y técnico, ya que cada proyecto requiere amplios terrenos, estudios de suelo y conexiones eléctricas especializadas.
A pesar de estos esfuerzos, la realidad sigue siendo la misma: apagones constantes, fallas en la generación eléctrica y una población cada vez más cansada de promesas incumplidas.