El aceite vegetal, ese imprescindible en la cocina de cualquier cubano, ha vuelto a ser noticia, y no por buenas razones. Como si fuera un déjà vu, el producto ha subido de precio abruptamente y escasea en los mercados privados (Mipymes) que suelen abastecer a la población. ¿La razón? Problemas con los proveedores, el aumento de los costos de importación y la escasez de combustible para transportarlo.
¿Qué está pasando?
Según cuentapropistas de Santa Clara, en las últimas semanas ni siquiera sus proveedores han tenido disponibilidad de aceite. “Aquí siempre tenemos en oferta, pero esta vez el que nos surte tampoco trajo, porque no le convino el precio del mayorista”, explicó una joven dependienta de un puesto en la carretera a Sagua.
El aceite que llega a Cuba, principalmente de México, España, Estados Unidos y Ucrania, ha visto un aumento del 20% en su precio desde principios de año, según un reporte del diario 14 y Medio. Este repunte no es exclusivo de una provincia; se ha extendido por todo el país, dejando a muchos cubanos con las manos vacías.
“Aquí cuando no es una cosa, es otra”
María Cristina, una habanera que recorrió media ciudad en busca de aceite para freír unas papas que le llegaron a la bodega, no tuvo suerte. “No lo encontré ni en los puestos que siempre tienen de todo”, se quejó. Al final, tuvo que conformarse con un pequeño pomo de manteca pastelera que le costó 750 pesos.
En la capital, un litro de aceite se vende a 1000 pesos en los pocos establecimientos que aún lo tienen disponible. Pero, como advierte un vendedor, “quedan pocos y los que tienen paladares y carros de fritas se lo están llevando por cantidad”. En el mercado informal, el precio es aún más alto, especialmente en provincias alejadas de La Habana, donde el costo del transporte encarece aún más el producto.
¿Por qué sube el precio?
A mediados de 2024, el gobierno cubano estableció un precio máximo de 990 pesos por litro de aceite (excepto el de oliva) y lo eximió de aranceles de importación. Esto generó un ligero descenso en los precios, que llegaron a rondar los 700 pesos a finales del año pasado. Sin embargo, la limitación del comercio mayorista y el aumento de impuestos han provocado una nueva crisis, llevando los precios a niveles insostenibles.
“Ahora mismo no da negocio comprarlo”, asegura Miguel Soto, un cuentapropista vendedor de artículos varios. “Con lo caro que está el dólar y el transporte de carga, para ganarle menos de cincuenta pesos a cada litro, no vale la pena”, añade.
El aceite en dólares: ¿Una solución?
Mientras el aceite que debería venderse por la libreta de abastecimiento lleva meses de atraso, en la nueva tienda en dólares de Santa Clara, un litro se comercializa a 2.45 USD. Por su parte, en el mercado informal del barrio Condado, el precio ya ronda los mil pesos, y los comerciantes especulan que podría subir aún más en los próximos días.