Este jueves, en el barrio de Los Cangrejitos, en Santiago de Cuba, dos personas vivieron una experiencia aterradora cuando su casa se incendió tras la explosión de una motorina eléctrica. Aunque lograron salvar sus vidas saltando desde el segundo piso, perdieron todas sus pertenencias en el siniestro.
El incidente ocurrió alrededor de las 2:35 de la madrugada en una vivienda ubicada en la calle Tramayo entre Trocha y Gasómetro. Según Aris Arias Batalla, vicepresidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios en Santiago de Cuba, la explosión de la moto eléctrica desencadenó un fuego que se propagó rápidamente por el interior de la casa.
Un escape desesperado
Los dos residentes, al no tener otra salida, rompieron el cristal de la puerta del segundo piso y saltaron a la calle. Uno de ellos resultó herido por los vidrios y fue trasladado al Hospital Militar Dr. Joaquín Castillo Duany, donde le suturaron una herida en la pierna.
Arias explicó que el litio de la batería recargable de la motorina causó una explosión violenta, generando llamas que devoraron todo a su paso en cuestión de minutos. “Con la explosión, el litio se expande súbitamente, creando un fuego furioso que arrasa con todo en pocos minutos”, detalló.
Advertencia sobre las motorinas eléctricas
En su publicación en Facebook, Arias alertó a la población sobre los peligros de las motorinas eléctricas, especialmente cuando los propietarios alteran el sistema eléctrico o no respetan los tiempos de carga y reposo recomendados. “¡Cuidado con las motorinas eléctricas! Las baterías de litio son altamente volátiles”, advirtió.
Además, instó a todos a estar alertas y eliminar cualquier elemento que pueda generar incendios, para evitar tragedias fatales.
Otro incendio en Santiago
Casi cuatro horas después del primer incidente, los bomberos de Santiago de Cuba extinguieron otro incendio en un depósito de tanques de pinturas. Gracias a su rápida intervención, evitaron que el fuego se propagara a almacenes con recursos estatales de gran importancia.
Ambos incendios fueron controlados por los miembros del Comando 1 (Martí) del Cuerpo de Bomberos de Santiago de Cuba, quienes demostraron una vez más su dedicación y valentía en situaciones de emergencia.