Las autoridades cubanas han apretado el cerco contra el tráfico de drogas en varias provincias del país. En los últimos días, se han reportado operativos policiales, detenciones y decomisos de sustancias ilícitas en La Habana, Holguín y otras regiones, en un intento de frenar el auge de este fenómeno en la Isla.
Golpes al narcotráfico en La Habana y Holguín
Uno de los casos más recientes ocurrió en Diez de Octubre, La Habana, donde la policía arrestó a tres individuos con aproximadamente un kilogramo de cocaína. Según reportes en redes sociales, los detenidos procedían de Holguín y se desplazaban en un vehículo moderno, lo que ha levantado sospechas sobre la existencia de redes de distribución más organizadas de lo que se pensaba.
En Holguín, específicamente en el barrio Pueblo Nuevo, las fuerzas policiales realizaron un allanamiento en la vivienda de Alexander Cobiella Milord, donde encontraron semillas de marihuana y otros implementos presuntamente utilizados para el cultivo y la distribución de drogas.
La capital también ha sido escenario de otros operativos. En Centro Habana, fueron detenidas dos personas provenientes de Granma con un cargamento importante de sustancias ilícitas. Testigos aseguran que se movían entre San José de las Lajas y La Habana con el objetivo de distribuir la mercancía.
Redadas en Marianao, La Lisa y Arroyo Naranjo
Barrios como El Palenque y El Chorro, en los municipios de Marianao y La Lisa, han sido fuertemente patrullados en los últimos días debido a la ejecución de operativos antidrogas. Vecinos de la zona reportaron una fuerte presencia policial y allanamientos en varias viviendas.
Por otro lado, en La Güinera, Arroyo Naranjo, la policía realizó un operativo sorpresa que resultó en la incautación de dinero en efectivo y sustancias ilícitas. Las viviendas allanadas eran, según las investigaciones, puntos de venta y consumo de drogas.
Las autoridades han señalado que estas acciones buscan «sanear las comunidades afectadas por el narcotráfico», aunque muchos cuestionan si estos operativos realmente atacan la raíz del problema o si solo se centran en pequeñas redes sin tocar a los verdaderos cabecillas.
Juicios y sanciones más severas
El gobierno cubano ha intensificado su retórica contra el tráfico de drogas, promoviendo juicios ejemplarizantes y endureciendo las sanciones. Actualmente, las penas pueden llegar hasta los 30 años de prisión, cadena perpetua o incluso la pena de muerte en los casos más graves.
Según cifras oficiales, más del 92% de los acusados por narcotráfico en el último año han recibido condenas de privación de libertad. Además, se han incrementado las confiscaciones de bienes a quienes faciliten la venta o el consumo de drogas en sus propiedades.
Una nueva cruzada antidrogas en La Habana
El régimen ha lanzado el Tercer Ejercicio de Prevención de Drogas, un operativo que se extiende en La Habana del 17 al 22 de marzo. Como parte de esta estrategia, el Ministerio del Interior está llevando a cabo pesquisas comunitarias, controles en carreteras y auditorías en almacenes de medicamentos.
También se han impulsado campañas de prevención en 57 centros educativos y encuentros comunitarios en barrios identificados como zonas de riesgo. Este esfuerzo involucra a instituciones estatales como los Ministerios de Educación y Salud Pública, la Fiscalía y los CDR.
¿Tolerancia cero o reacción tardía?
Aunque el gobierno intenta proyectar una imagen de «mano dura contra el narcotráfico», muchas voces critican que esta ofensiva llega tarde. El aumento del consumo y la distribución de drogas en Cuba responde a problemas estructurales que van más allá de la mera persecución policial.
Perfiles vinculados al Ministerio del Interior (MININT) han inundado las redes con imágenes y videos de los operativos, buscando reforzar la percepción de una política de tolerancia cero. Sin embargo, la creciente cantidad de detenciones y decomisos indica que el tráfico de drogas sigue en aumento, impulsado por la crisis económica y social que atraviesa el país.