Este lunes, las transmisiones de Radio Martí desde los Cayos de Florida llegaron a su fin. La emisora, que por décadas fue un faro de información para los cubanos, fue silenciada tras una orden ejecutiva firmada por la administración de Donald Trump. La medida afecta no solo a Radio Martí, sino también a otras seis agencias federales, incluyendo la Oficina de Transmisiones a Cuba, encargada de supervisar la emisora.
¿Qué pasó exactamente?
Según fuentes cercanas a la operación, las señales de transmisión fueron apagadas a las 11:00 a.m. del lunes, dejando a los oyentes sin la programación en vivo que caracterizaba a la emisora. Aunque en el sitio web de Martí Noticias aún se pueden encontrar programas pregrabados como «Cuba al Día» o «Café Digital», las operaciones en vivo han quedado completamente paralizadas.
¿Por qué el cierre?
La decisión se basa en alegaciones de que la agencia habría incurrido en violaciones a la seguridad nacional, incluyendo la presunta infiltración de espías o simpatizantes de grupos terroristas. Sin embargo, muchos ven esta medida como un golpe duro a la lucha por la libertad de expresión en Cuba.
Reacciones en cadena
El exdirector de Radio y TV Martí, Herminio San Román (1997-2001), no tardó en reaccionar, señalando que el cierre ha sido «celebrado por sectores comunistas». Por su parte, la activista Omara Ruiz Urquiola calificó la medida como un «golpe efectivo contra la causa de una Cuba libre», advirtiendo que «la inteligencia castrista está de fiesta».
Una voz que hizo historia
Radio Martí no era cualquier emisora. Desde su fundación el 20 de mayo de 1985 bajo la administración de Ronald Reagan, se convirtió en la única voz que muchos opositores y activistas cubanos tenían frente a la represión del régimen. Orlando Gutiérrez Boronat, líder del Directorio Democrático Cubano, destacó que la emisora ha sido fundamental para llevar la verdad al pueblo cubano.
Recuerdos que no se apagan
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, recordó cómo Radio Martí fue una luz en la oscuridad durante los años más difíciles. «En 2003, cuando no había internet en Cuba, Radio Martí fue la única fuente de información sobre los presos políticos y la oposición. Nos fuimos uniendo de una provincia a otra gracias a sus transmisiones», declaró.
¿Se escuchaba realmente en Cuba?
Aunque algunos argumentan que la señal de Radio Martí no llegaba a la isla, el ex prisionero de la Primavera Negra, Ángel Moya, desmintió estas afirmaciones. «El régimen gastó millones de dólares en interferir la señal», aseguró, demostrando que la emisora sí tenía un impacto real.
¿Qué pasa con los empleados?
Tras la orden ejecutiva, los empleados de Radio Martí fueron puestos en licencia administrativa con sueldo, mientras que los contratistas fueron despedidos. La Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM) recibió instrucciones de reducir su personal al mínimo y reestructurar sus operaciones.