En las últimas horas, ha salido a la luz el caso de Beatriz Monteagudo, una cubana de 25 años con I-220A, quien forma parte del grupo de mujeres detenidas el pasado 10 de marzo durante su cita de control con Inmigración y Aduanas (ICE) en Miramar, Florida.
Desde el centro de detención en Broward, la joven expresó su preocupación en una llamada telefónica con Telemundo 51.
“Tengo miedo de que me trasladen a otro estado, porque se las están llevando para Luisiana y Texas. Y eso sí me da miedo”, confesó Monteagudo.
Su amigo Johan Ariel, en declaraciones al mismo medio, relató la angustia del momento en que debió recibir un mensaje suyo tras la cita, pero en su lugar recibió una llamada desgarradora.
“Cuando me llama, estalla en llanto. Me dice: ‘Johan, estoy aquí, no sé qué pasó. No sé por qué me detuvieron. Somos 18 personas’”, narró su amigo.
El desconcierto entre abogados y familias
La abogada Rosaly Chaviano aseguró que, hasta el momento, ni los propios letrados comprenden completamente el motivo de las detenciones.
“No sabemos con certeza por qué ICE está actuando así, pero lo que vemos es que alegan violaciones a las condiciones del I-220A”, explicó Chaviano, señalando que, en caso de no haber faltas cometidas, los detenidos podrían negociar su liberación bajo nuevas condiciones.
La preocupación también crece ante la posibilidad de que ICE amplíe estas detenciones a más personas con I-220A que no estén en procesos judiciales.
Desde Cuba, la madre de Monteagudo vive momentos de angustia.
“No sabemos nada de nuestra hija. Ella hizo todo como se debía, tenía permiso de trabajo, se presentaba en la corte, no cometió ningún delito. ¡Es una situación terrible para estos jóvenes que han pasado tantas dificultades y ahora los dejan detenidos!”, lamentó.
Mientras tanto, la joven enfrenta otro obstáculo: no tiene los recursos para pagar un abogado privado y debe esperar que el gobierno le asigne uno de oficio.
Otras cubanas detenidas y el destino incierto
Beatriz Monteagudo no es la única en esta situación. Otras cubanas detenidas ese mismo día incluyen a Laura de la Caridad Sánchez, Yadira Cantallops Hernández y Denice Reyes.
- Laura de la Caridad Sánchez, de 26 años, trabajaba, estudiaba enfermería y tenía fecha de corte para diciembre.
- Yadira Cantallops Hernández es madre de un niño nacido en EE.UU. y tenía cita en la corte en abril.
- Denice Reyes, quien llegó en 2022 con su esposo, enfrenta una situación distinta: a él le han puesto un sistema de monitoreo, pero a ella la dejaron detenida.
El periodista Daniel Benítez informó que las cubanas fueron trasladadas primero a Arizona y luego a San Diego, California, según confirmaron los esposos de dos de ellas.
Los oficiales aseguraron a las detenidas que el proceso no debería tardar más de siete días. Sin embargo, el destino final de estas mujeres sigue siendo una interrogante.
¿Por qué solo están deteniendo a mujeres con I-220A?
El hecho de que las detenciones se concentren en mujeres con I-220A ha generado diversas teorías en redes sociales.
Algunos sugieren que el gobierno percibe a los hombres como una fuerza de trabajo más productiva. Otros opinan que podría tratarse de una estrategia para evitar que estas mujeres tengan hijos en EE.UU., considerando que la eliminación de la ciudadanía por nacimiento es una de las propuestas de la actual Administración.
Sin embargo, aún no hay una explicación oficial que justifique por qué se han centrado en este grupo específico.
¿Qué es el I-220A y por qué afecta a tantos cubanos?
El I-220A es un documento conocido como “Orden de Libertad Bajo Palabra”, que permite la liberación de personas bajo ciertas condiciones. Entre ellas, se incluye la obligación de presentarse a audiencias migratorias y no infringir leyes locales o federales.
El problema con este estatus es que no se considera una admisión legal a EE.UU., lo que impide que estos migrantes apliquen a la Ley de Ajuste Cubano y regularicen su situación.
Miles de cubanos han quedado atrapados en esta situación de incertidumbre. Los expertos en inmigración recomiendan buscar asesoría legal y cumplir estrictamente con todas las condiciones del I-220A para evitar detenciones o deportaciones.
Por ahora, las familias de las cubanas detenidas solo pueden esperar respuestas mientras el miedo y la incertidumbre siguen en aumento.