En plena crisis energética y con apagones que han dejado a varias provincias sumidas en la oscuridad por más de 48 horas, Miguel Díaz-Canel ha salido a «agradecer» la paciencia del pueblo cubano.
Sin aportar soluciones concretas, el mandatario reconoció que el país sigue atrapado en un grave déficit energético y dejó claro que los cortes de electricidad continuarán.
«Gracias, Cuba, por la comprensión en las horas de incertidumbre y malestar por la desconexión del SEN. Y gracias a los trabajadores y directivos de la Unión Eléctrica que lo enfrentaron sin un segundo de reposo. Seguimos con déficit, pero ya conectados», publicó en su cuenta de X (Twitter).
Sin embargo, muchos cubanos no ven esta «paciencia» como una elección, sino como una obligación impuesta por el miedo a la represión y a enfrentar condenas de cárcel si deciden protestar por su derecho a tener un servicio eléctrico estable.
La respuesta del pueblo: indignación y sarcasmo
Las palabras del gobernante no tardaron en generar reacciones en redes sociales. «Gracias Cuba… tremendo payaso asere. Por eso tienes que andar con 40 guardaespaldas y sacar a los perros cuando se va la luz, porque te aman y te adoran», comentó un usuario.
Otro respondió con molestia: «Hay que ser descarado para hablar tanta mierda desde tu aire acondicionado, mientras al pueblo se le echa a perder lo poquito que tiene para comer».
Las críticas fueron subiendo de tono, con muchos pidiendo la renuncia del gobierno. «¡Renuncien, partido de ineptos! Ustedes, la cúpula millonaria, no les importa el pueblo. 48 horas sin electricidad y vienen a dar las gracias. ¡Gracias ni una pinga!» exclamó otro usuario.
Tampoco faltaron los comentarios irónicos que evidencian las contradicciones del sistema. «No tendremos termoeléctricas, pero tenemos hoteles de lujo con electricidad garantizada, como la Torre K. Socialismo es pobreza para el pueblo y riqueza para los dirigentes», apuntó alguien más.
Más apagones en camino
La Unión Eléctrica informó que el domingo 16 de marzo el apagón fue de 24 horas continuas, alcanzando un pico máximo de afectación de 1,601 MW en la noche.
A pesar de haber restablecido el servicio, la situación sigue siendo crítica. Varias unidades de generación continúan fuera de servicio por averías, entre ellas la Unidad 1 de la CTE Habana, la Unidad 6 de la CTE Renté y la Unidad 2 de la CTE Felton. Otras están en mantenimiento, como las de Mariel, Santa Cruz, Cienfuegos y Renté. A esto se suman limitaciones en la generación térmica de 481 MW y la falta de combustible, lo que mantiene paralizadas 40 centrales de generación distribuida.
Para la noche del lunes, la disponibilidad estimada es de 1,995 MW, mientras que la demanda sería de 3,280 MW, lo que generará un déficit de 1,285 MW y cortes de al menos 1,355 MW.
En La Habana, los apagones seguirán un esquema rotativo:
- 10:00 a.m. – 2:00 p.m. Bloque #1
- 11:00 a.m. – 3:00 p.m. Bloque #2
- 3:00 p.m. – 7:00 p.m. Bloque #4
- 6:00 p.m. – 10:00 p.m. Bloque #3
Una crisis que paraliza el país
El colapso del sistema eléctrico afecta todos los aspectos de la vida diaria. Sin electricidad, se interrumpe el servicio de agua potable, se pierden alimentos por falta de refrigeración y muchas familias no pueden cocinar debido a la escasez de gas.
En los últimos seis meses, al menos cuatro grandes apagones han dejado a Cuba sin electricidad por más de 50 horas en varias regiones.
Mientras las autoridades justifican la crisis con problemas técnicos y falta de combustible, el pueblo sigue enfrentando un sistema cada vez más inestable, sin soluciones a la vista y con un futuro energético cada vez más incierto.