Imagina ir de vacaciones a Cuba, disfrutar del sol y la playa, pero todo se convierte en una pesadilla. Eso fue lo que le ocurrió a Caroline Perreault, una turista canadiense que, en abril de 2024, sufrió un grave accidente en el hotel Starfish en Cayo Guillermo, al norte de Ciego de Ávila. La razón: una pérgola en mal estado cayó sobre ella, dejándola con fracturas en la columna que requirieron varias cirugías y meses de rehabilitación. Ahora, Perreault ha decidido demandar por 200.000 dólares a la agencia de viajes Sunwing, que le vendió el paquete turístico a Cuba.
El accidente que cambió su vida
Caroline Perreault estaba pasando un tiempo relajante en su hotel cuando, de repente, el accidente ocurrió. La pérgola que se encontraba en mal estado se desplomó sobre su cuerpo, causando daños serios a su columna vertebral. Después de varias operaciones y meses de dolor, Perreault está demandando a Sunwing, la agencia que le organizó el viaje, con la esperanza de que alguien se haga responsable de los gastos médicos y la pérdida de ingresos, ya que no ha podido volver a trabajar.
Gilbert Therrien, su pareja, aún recuerda con horror lo que sucedió: «Ella no respiraba, pensaba que había muerto», confesó en una entrevista para Radio Canadá. Tras el accidente, Perreault fue trasladada a un hospital cubano, donde, según su pareja, la atención fue alarmantemente inadecuada. La falta de agua potable, medicamentos y recursos básicos hicieron que esa semana fuera lo más cercano a un infierno para la familia.
Un largo camino hacia la recuperación
Una vez de regreso en Quebec, Perreault fue sometida a una cirugía para fusionar cuatro vértebras. Aunque la cirugía fue exitosa, su recuperación no ha sido fácil. La pérdida del 25% de la movilidad en su espalda ha sido devastadora, y el trauma emocional ha sido igual de grave. “No podía salir de casa, tenía miedo al viento”, reveló en una entrevista, recordando cómo tuvo que dejar de trabajar como masoterapeuta, una profesión que amaba. A pesar de las terapias físicas, su salud sigue deteriorándose.
La culpa recae sobre Sunwing
Perreault y su abogado, Jacqueline Bissonnette, acusan a Sunwing de negligencia. Aunque la turista tenía un seguro, no cubre todo, lo que ha hecho que el proceso sea aún más complicado. La demanda busca una compensación por los daños físicos, emocionales y financieros sufridos por Perreault. Según su abogado, el hotel incurrió en negligencia al permitir que las instalaciones se deterioraran tanto. Pero el caso es complejo: el accidente ocurrió en un hotel que Sunwing no había contratado, lo que añade una capa de confusión a la situación.
¿Quién es el verdadero responsable?
La situación es aún más complicada cuando se considera que el hotel en cuestión pertenece al gobierno cubano, y la mayoría de los hoteles en la isla son administrados por GAESA, un conglomerado militar. Esto hace que demandar al gobierno cubano sea casi imposible, como afirmó el abogado Bissonnette. Además, la aseguradora de Sunwing, Zurich, argumenta que el hotel no era parte del paquete contratado, lo que hace más difícil establecer responsabilidades claras.
Chantal Asselin, amiga de Perreault y testigo del accidente, también confirmó que el hotel estaba en decadencia y que las pérgolas fueron reconstruidas solo después del incidente. Aunque las condiciones del hotel fueron un factor importante en el accidente, Sunwing ha intentado eludir la responsabilidad, alegando que el incidente ocurrió en una «playa pública».
Impacto en el turismo canadiense en Cuba
Este caso no solo pone en evidencia los problemas de negligencia en los hoteles cubanos, sino que también refleja una tendencia alarmante en el turismo canadiense hacia Cuba. En 2024, el país experimentó una disminución significativa de turistas, con una caída de casi 30% en la llegada de canadienses a la isla. Esta disminución contrasta con el auge de otros destinos caribeños, como la República Dominicana, que ha visto un aumento en la llegada de turistas canadienses.
El incidente de Perreault, junto con la situación económica en Cuba, podría afectar aún más la percepción del país como destino turístico para los canadienses.