El caos y la desesperación se apoderaron de La Habana la noche del sábado, cuando un edificio residencial colapsó en medio del apagón general que mantiene a millones de cubanos sin electricidad.
Según testigos, la tragedia ocurrió en la Calzada de 10 de Octubre y Santa Irene, dejando a varias personas atrapadas bajo los escombros mientras sus gritos de auxilio se escuchaban en la total oscuridad.
El miedo de no ver de dónde caen las piedras
La activista cubana Anamely Ramos González fue una de las primeras en reportar el derrumbe a través de redes sociales, compartiendo impactantes imágenes del suceso.
«Hay pocos escenarios más macabros que ese: estar completamente a oscuras desde hace más de un día y que de repente tu casa empiece a caerse encima tuyo. Y no ver ni de dónde vienen las piedras.»
Las palabras de Ramos reflejan el pánico de los residentes, que quedaron atrapados en una pesadilla donde la oscuridad les impedía ver lo que sucedía a su alrededor.
Sin luz, pero con vigilancia de Seguridad del Estado
Entre la confusión, surgieron denuncias sobre la falta de una respuesta efectiva. Los rescatistas tuvieron que trabajar sin electricidad, a pesar de la urgencia de la situación.
«Dicen que incluso para rescatar a las personas atrapadas no pusieron la electricidad. Pero muchos agentes de la Seguridad del Estado sí había.»
Este comentario de Ramos ha generado indignación entre los cubanos, quienes ven en esta tragedia un reflejo de las prioridades del régimen.
Cuba a oscuras: un apagón que paralizó el país
El derrumbe ocurrió en un contexto crítico: Cuba sufre una de sus peores crisis energéticas en años. Desde el viernes 14 de marzo, un apagón nacional dejó sin luz a casi todo el país.
En La Habana, menos del 2% de los clientes tenía electricidad el sábado por la noche, según reportes no oficiales.
La causa del apagón fue una avería en la subestación del Diezmero, que provocó el colapso total del Sistema Eléctrico Nacional. Es el cuarto apagón masivo en seis meses, dejando en evidencia la fragilidad extrema de la infraestructura cubana.
Derrumbes en La Habana: una crisis que no da tregua
Lo ocurrido no es un caso aislado. Cada año, al menos 1,000 edificios colapsan total o parcialmente en La Habana, muchos de ellos en Centro Habana, una de las zonas más afectadas por la precariedad de la vivienda.
No es la primera vez que un apagón coincide con un derrumbe, sumiendo a los afectados en una doble tragedia: la del colapso de sus hogares y la desesperación de quedar atrapados en la oscuridad.
En noviembre de 2024, durante el huracán Rafael, más de 460 derrumbes ocurrieron en la capital, mientras la ciudad sufría un apagón total.
En junio de 2024, otra serie de apagones, combinados con intensas lluvias, provocaron al menos 19 derrumbes en distintas zonas de La Habana, dejando heridos y víctimas mortales.
Viviendo con miedo: ¿qué sigue para los cubanos?
El colapso de edificios en Cuba se ha convertido en una amenaza constante. La falta de mantenimiento, la crisis energética y el abandono gubernamental han creado una bomba de tiempo para miles de familias.
Mientras tanto, las autoridades no han emitido declaraciones sobre el derrumbe ni han dado información clara sobre el restablecimiento del servicio eléctrico.
La pregunta que queda en el aire es: ¿cuántas tragedias más tendrán que ocurrir antes de que se haga algo?