Desde este lunes 17 hasta el sábado 22 de marzo, La Habana se convierte en el epicentro de una nueva cruzada contra las drogas. El gobierno cubano lanzó el Tercer Ejercicio de Prevención de Drogas, una iniciativa que combina acciones de enfrentamiento y prevención para intentar frenar un problema que ha crecido como la espuma en los últimos años.
¿Qué trae este operativo?
Según el Ministerio del Interior, la semana estará cargada de actividades: juicios ejemplarizantes, pesquisas comunitarias, revisiones en almacenes de medicamentos y controles reforzados en fronteras y carreteras. Además, habrá charlas educativas, debates en barrios y encuentros comunitarios. ¡Hasta en 57 centros educativos se meterán con el tema!
Pero no todo es mano dura. También habrá intervenciones preventivas y encuentros con pacientes que luchan contra las adicciones. El objetivo es claro: llevar la lucha contra las drogas al corazón de los barrios.
¿Quién está en el equipo?
En este operativo participan varios pesos pesados: los Ministerios de Educación y Salud Pública, la Fiscalía, el Tribunal Supremo y, por supuesto, los CDR. Sí, esos mismos que organizan las guardias nocturnas y las donaciones de sangre. ¡Todos a una, como en fútbol!
¿Es suficiente?
Aunque el gobierno insiste en su “compromiso” con la lucha contra las drogas, muchos se preguntan si estas medidas no llegan un poco tarde. La realidad es que el problema lleva años creciendo, alimentado por la falta de oportunidades económicas, el deterioro de los servicios sociales y políticas públicas que no han logrado atacar las raíces del asunto.
En los barrios, la situación ya es crítica. Las drogas están ahí, y no es algo que se resuelva con un operativo de una semana. “Llegar al barrio” suena bien, pero ¿qué pasa cuando el barrio ya está inundado de problemas que van más allá de las adicciones?
Los CDR, otra vez al rescate
Como es habitual, el gobierno recurre a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y otras organizaciones de masas para llevar a cabo estas acciones. Sin embargo, muchos critican que estas iniciativas son más para la foto que para solucionar el problema de fondo.
Los operativos policiales, aunque necesarios, parecen estar más enfocados en dar una imagen de control que en abordar las causas reales del aumento del consumo y tráfico de drogas. ¿Y los jóvenes? Ellos son los más afectados, pero las soluciones parecen no llegar.
Un problema de raíces profundas
La propagación de las drogas en Cuba no es un fenómeno nuevo. Es el resultado de años de desatención a factores como la falta de empleo, la pobreza y la insuficiencia de políticas públicas efectivas. El mercado negro de drogas sigue creciendo, y las medidas actuales parecen insuficientes para detenerlo.
Este Tercer Ejercicio de Prevención y Enfrentamiento a los Ilícitos de Drogas es, en el mejor de los casos, un intento por mitigar los daños. Pero sin una transformación profunda de las políticas públicas que aborden las causas sociales, económicas y políticas de la crisis, el problema seguirá ahí.