Mientras el resto de Cuba sufre los estragos de un apagón masivo, hay un lugar que se mantiene iluminado: la Isla de la Juventud. Este municipio especial, ubicado al sur de la isla grande, es el único territorio que no ha sido afectado por la crisis eléctrica que tiene al país patas arriba. ¿Cómo lo lograron?
Resulta que la Isla de la Juventud tiene su propio sistema eléctrico, independiente del Sistema Energético Nacional (SEN). Según confirmaron directivos de la Empresa Eléctrica, la generación de energía en la isla sigue funcionando sin problemas. “¿Sabías que la Isla de la Juventud no depende del SEN? Tiene su propio sistema eléctrico”, publicó el régimen en un tono que algunos han calificado de cínico, mientras el resto de Cuba sigue a oscuras.
¿Cómo funciona?
La electricidad en la Isla de la Juventud se produce principalmente con fuel oil y diésel. En 2009, se instalaron dos generadores de la compañía alemana MAN, que aumentaron la capacidad de generación a 30 megavatios (MW). Con una demanda de apenas 16 MW, la isla tiene energía de sobra para mantener las luces encendidas. ¡Eso es lo que se llama estar bien preparado!
Además, el parque eólico experimental de la isla también contribuye al sistema, aunque en menor medida. “Bravo por los isleños”, dijo el gobierno, felicitando a los residentes mientras el resto del país sigue sufriendo cortes intermitentes.
No siempre fue así
Aunque hoy la Isla de la Juventud es un ejemplo de estabilidad energética, no siempre ha sido así. En el pasado, la salida de servicio de varias plantas generadoras obligó a programar apagones controlados. Pero esta vez, los isleños pueden respirar tranquilos.
El resto de Cuba: en modo “Opción Cero”
Mientras la Isla de la Juventud disfruta de electricidad estable, el resto del país enfrenta una situación crítica. Este sábado, un funcionario admitió que Cuba podría estar dirigiéndose hacia un escenario sin reservas de combustible, similar a la temida “Opción Cero” de los años 90, durante el Período Especial.
Rolando José Rajadel Alzuri, vicegobernador de Cienfuegos, fue claro en sus declaraciones: “Es evidente que llegaremos a no tener reservas de combustible en la economía”. Una frase que ha encendido las alarmas y recordado los tiempos más duros de la crisis cubana.
