La noche del viernes, Cuba se quedó a oscuras. Un apagón masivo dejó sin electricidad a gran parte del país, poniendo en riesgo la vida de pacientes hospitalizados y obligando a trasladar a muchos de ellos a otros centros médicos. ¿Lo más indignante? Mientras los hospitales luchaban por mantener a los pacientes con vida, los hoteles turísticos seguían iluminados como si nada pasara.
Pacientes en peligro
En medio del caos, pacientes del Hospital Julio Aristegui Villamil, en Cárdenas, tuvieron que ser trasladados a otros hospitales en Matanzas. Dos pacientes con ventilación mecánica, tres embarazadas y seis niños con problemas respiratorios fueron llevados a centros como el Hospital Comandante Faustino Pérez y el Hospital Pediátrico Provincial, donde sí contaban con generadores eléctricos.
Taymí Martínez Naranjo, directora del Hospital Faustino Pérez, explicó que, gracias a los grupos electrógenos, tenían unas 66 horas de generación aseguradas. Aún así, la situación era crítica. “Recibimos ocho pacientes, entre ellos una embarazada que fue operada durante la noche”, detalló. Dos de los pacientes trasladados están en estado grave, uno en terapia intensiva y otro en terapia intermedia.
¿Y los generadores?
Aunque algunos hospitales contaban con equipos de respaldo y combustible, otros no tuvieron tanta suerte. El Hospital Julio Aristegui Villamil recibió dos grupos electrógenos en la madrugada, horas después del apagón. Mientras tanto, en Cienfuegos, un equipo médico demostró que el ingenio y la determinación pueden salvar vidas.
En plena cirugía, el apagón los dejó a oscuras. ¿Qué hicieron? Usaron linternas y celulares para iluminar el quirófano y lograron terminar la operación con éxito. ¡Eso es compromiso y profesionalismo!
Microsistemas eléctricos: ¿solución o parche?
El régimen cubano admitió que ha sido complejo crear microsistemas eléctricos para paliar la crisis. Unas 18 horas después del apagón, lograron reactivar la unidad número 6 de la termoeléctrica de Nuevitas y otra unidad en Renté. Además, las plantas de Energás comenzaron a generar electricidad paulatinamente.
Sin embargo, en La Habana, solo el 1,5% de los clientes tenían servicio eléctrico. ¿Y los hospitales? Algunos seguían sin energía, mientras los hoteles turísticos brillaban como si estuvieran en otra dimensión.
Hoteles iluminados, barrios a oscuras
Mientras los cubanos sufrían el apagón, varios hoteles y zonas turísticas mantenían su suministro eléctrico. El Hotel Iberostar Selection La Habana, conocido como la Torre K, estaba completamente iluminado, según denunció el medio independiente CubaNet.
El Ministerio de Turismo (MINTUR) justificó que el sistema turístico cuenta con un respaldo energético sólido para garantizar su operación continua. “Los hoteles y servicios asociados no pueden parar”, parece ser la consigna, mientras los hospitales y barrios luchan por mantener las luces encendidas.