La historia de Damir Ortiz, el pequeño cubano que fue trasladado en estado crítico al Nicklaus Children’s Hospital de Miami, sigue dando de qué hablar. Y esta vez, las noticias son esperanzadoras. Según confirmó su madre, Eliannis Ramírez, nuevas pruebas médicas descartaron por completo el diagnóstico de leucemia de Burkitt. ¡Qué alivio, asere!
En un emotivo mensaje en Facebook, Eliannis compartió la buena nueva: “Damir, negativo para diagnóstico de leucemia de Burkitt, es confirmado, no tiene ese tipo de leucemia. Seguimos, porque querer es poder y la esperanza sigue intacta”. Además, agradeció a Dios y expresó su confianza en que pronto su hijo tendrá un diagnóstico preciso y un tratamiento de calidad.
Pero no todo es color de rosa. La madre también lanzó una pregunta al aire que resonó fuerte: “¿Algún diagnóstico en Cuba será real y fidedigno?”. Una interrogante que refleja la frustración de muchas familias que han enfrentado situaciones similares.
¿Cómo está Damir ahora?
Según la activista Aylin Díaz, el pequeño está estable y muestra señales de mejoría. “Responde preguntas con gestos de su cabeza y sus manos. Sus pulmones están mejorando y ya están tratando las bacterias encontradas. ¡Está menos inflamado!”, detalló en su cuenta de Facebook.
Damir padece de neurofibromatosis tipo 1, una condición que le causó un neurofibroma plexiforme en el ojo derecho, afectando su visión y provocando una inflamación severa. Además, ha enfrentado complicaciones como daño renal, bajos niveles de plaquetas y hemoglobina, lo que le ha ocasionado sangrados y la necesidad de transfusiones.
El viaje que salvó su vida
El traslado de Damir a Miami no fue fácil. Activistas como Diasniurka Salcedo, Aylin Díaz y el doctor Miguel Ángel Ruano trabajaron sin descanso para superar barreras burocráticas, económicas y legales. Desde gestionar una visa humanitaria hasta contratar un avión medicalizado, cada paso fue una batalla.
Salcedo no ha dudado en criticar la demora del gobierno cubano en autorizar el traslado. “Si le hubieran permitido viajar antes, su estado de salud no habría sido tan crítico. El gobierno cubano dejó que un niño se consumiera antes de aceptar su traslado”, denunció.
¿Y el sistema de salud cubano?
La historia de Damir ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema de salud cubano, especialmente en lo que respecta a diagnósticos precisos y tratamientos de calidad. Muchos se preguntan cómo es posible que un niño con una condición tan grave no haya recibido la atención adecuada a tiempo.
Mientras tanto, la familia sigue aferrada a la esperanza. “El niño va mejorando, gracias a Dios, poco a poco. Es visible. Poquito a poquito. Yo siempre estoy ahí y veo la diferencia”, afirmó Eliannis.