Imagina esto: estás viendo tu telenovela favorita, el ventilador gira a todo dar y… ¡pum! Las luces empiezan a parpadear como si Cuba entera se hubiera convertido en una discoteca improvisada. Así vivieron muchos cubanos el viernes eléctrico más caótico del año, cuando el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) dijo ¡hasta aquí! por una avería en la subestación Diezmero. ¿El resultado? Un blackout estilo Stranger Things pero sin monstruos… solo con mucho calor y memes.
¿Qué pasó en realidad?
Según el Ministerio de Energía y Minas —que se apresuró a tuitear la mala noticia—, la rotura en Diezmero mandó al occidente cubano a la edad de las cavernas, arrastrando consigo al resto del país. «Ya estamos en recuperación», prometieron, aunque más de uno recordó: «Eso ya lo escuché en el apagón pasado…».
La teoría del dominó energético
Lázaro Manuel Alonso, el periodista oficialista que suele ser la voz en la tormenta, explicó en Facebook que todo fue culpa de una «alta oscilación del sistema». Traducción no técnica: algo vibró tan fuerte que el sistema eléctrico se desmayó. Mientras investigan, en redes los cubanos no dejaron pasar la oportunidad de hacer chistes: «Si el SEN fuera un celular, ya estaría en el taller con un ‘diagnóstico complejo’».
🗺️ Mapa del apagón: De La Habana a Holguín, todos a oscuras
En Guantánamo, Matanzas, Villa Clara y hasta Camagüey, el escenario fue el mismo: luces que titilan, ventiladores que claudican y neveras convertidas en tristes armarios. «Primero pensé que era mi casa… hasta que vi a medio pueblo con linternas», contó un habanero en La Tijera, el grupo de Facebook donde cientos confirmaron: «Sí, se fue la luz… otra vez».
🧩 El rompecabezas de las ‘islas eléctricas’
Un trabajador de la Empresa Eléctrica de Holguín soltó la palabra del día: «islas». No, no se refería a Cayo Santa María, sino a la estrategia de reconectar zonas desconectadas, empezando por las termoeléctricas. Básicamente, es como armar un Lego energético… pero con piezas rotas.
📉 Crisis con números rojos (y motores apagados)
Para los amantes de los datos: la UNE había prometido 160 MW de alivio con la unidad 6 de la CTE Rente. Pero la matemática no ayudó: 1,940 MW disponibles vs. 3,250 MW necesarios = déficit de 1,310 MW. O sea, suficiente para dejar a 1,380 MW de usuarios viendo las estrellas… literalmente.
🔙 ¿Déjà vu?
El último megaapagón fue en diciembre de 2024, cuando la termoeléctrica Antonio Guiteras (la diva de Matanzas) decidió tomarse un break sin avisar. Con este, ya son tres colapsos desde octubre… ¿Alguien tiene un manual de «cómo no fallar en 10 días»?
🌚 Mientras tanto, en las calles…
Entre velas, baterías prestadas y paciencia a prueba de blackouts, los cubanos demostraron su creatividad:
- «¿Cenar? Hoy toca pan con mortadella… y romanticismo preindustrial».
- «Si esto sigue así, vamos a inventar el aire acondicionado a pedales».
¿Moraleja?
Mientras las autoridades juegan al «encuentra la falla», los ciudadanos siguen en modo survival mode. Y aunque el SEN promete resucitar, la pregunta ronda como un mosquito en la oscuridad: ¿Cuándo tendrá Cuba una red eléctrica que no parezca de película de terror?