La provincia de Ciego de Ávila está pasando por uno de sus momentos más difíciles debido a una intensa sequía que ha obligado a tomar medidas extremas. La Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado ha implementado un ciclo de distribución de agua que solo permite el suministro cada nueve días en todos los consejos populares del municipio cabecera. ¿La razón? La reducción del caudal en las principales fuentes y fallos en los equipos de bombeo.
Según el semanario Invasor, Yorgi Luis Gómez Solano, director adjunto de la entidad, explicó que la situación empeoró tras dos golpes casi simultáneos: la depresión de la fuente Ruspoli 3, que abastecía al norte de la capital avileña, y la avería de un equipo de bombeo en la zona sur. Como solución temporal, se restableció el abastecimiento desde la fuente San Fernando 1, aunque con un caudal reducido de 180 litros por segundo, frente a los 350 litros que se manejaban antes.
¿Cómo se está manejando la distribución?
Para optimizar el poco agua disponible, el municipio se ha dividido en siete zonas, cada una recibiendo suministro por 24 horas en un ciclo que dura entre 7 y 9 días. Algunas localidades, como Grego, 9 de abril y Santo Tomás, tienen un poco más de suerte, ya que reciben agua aproximadamente cada cuatro ciclos, gracias a que las fuentes de Ruspoli aún mantienen cierta vitalidad.
El futuro está en el sur
Ante la perspectiva de una sequía prolongada, las autoridades han puesto sus esperanzas en el sur. Actualmente, se trabaja en la puesta en marcha de San Fernando 2, con labores en los pozos y la colaboración de la Empresa Provincial de Aprovechamiento Hidráulico. Sin embargo, los problemas estructurales no ayudan: apagones constantes, fugas en las tuberías y la disminución de las reservas subterráneas complican aún más la situación.
¿Y las pérdidas de agua?
Uno de los mayores desafíos es la ineficiencia del sistema. Las fugas en los salideros y las cisternas de los edificios multifamiliares agravan la escasez. Aylín Alfonso Fernández, secretaria del Consejo de la Administración Municipal (CAM), ha destacado la urgencia de implementar medidas correctivas y optimizar el manejo del agua para garantizar un suministro estable.
Un problema crónico
Los ciclos de suministro de agua y la falta de capacidad para hacerla llegar a los hogares son problemas que vienen de lejos. Desde 2018, no se han recibido nuevos equipos de bombeo para reposición. En 2023, los residentes recibían agua cada tres días, un ciclo que ya era insuficiente. Y la situación no mejora.
El caso del Macizo Cañero
En septiembre de 2024, la comunidad Ramón Domínguez de la Peña, conocida como el Macizo Cañero, en el municipio Venezuela, Ciego de Ávila, vivió un momento de indignación cuando las autoridades intentaron retirar la turbina que bombea el agua del lugar. “Sin esa turbina, no hay agua”, protestaron los vecinos, evidenciando lo crítico de la situación.