Lazarito Valdés, el talentoso director de la agrupación cubana Bamboleo, es uno de los muchos artistas que decidieron dejar Cuba en busca de un futuro mejor para su familia y su carrera musical. Desde que se estableció en Miami, Lazarito ha seguido haciendo lo que mejor sabe: música. Pero, como suele pasar con los artistas cubanos en el exilio, el tema de los posicionamientos políticos no tardó en salir a relucir.
“Yo no soy político, yo hago música”
En una reciente entrevista para el podcast Destino Tolk, el conductor del espacio Destino Positivo le preguntó a Lazarito sobre su posible inclusión en la “lista roja” de Alexander Otaola, una lista que supuestamente incluye a artistas que podrían ser deportados a Cuba. Entre los nombres mencionados están Flor de Cuba, El Micha y Alexander Abreu. La respuesta de Lazarito fue clara y contundente: “Yo no soy político, yo no me meto en nada de política, lo mío es hacer música”.
El artista reflexionó sobre la tendencia a pedirles a los músicos que hablen de política, algo que le parece fuera de lugar. “Cuando entrevistan a un político, este no habla de música. Entonces, ¿por qué quieren que los músicos hablen de política?”, cuestionó. Para Lazarito, su enfoque está en su arte y en su crecimiento como músico. “Vine a Estados Unidos porque este es el mejor país del mundo, la mejor música del mundo se hace aquí. Vine con muchos deseos de ampliarme en mi piano y desarrollarme como artista”, añadió.
Una segunda oportunidad de nacer
En noviembre del año pasado, Lazarito confirmó su decisión de establecerse en Estados Unidos en una entrevista con La Casa de Maka. El artista describió este cambio como “una segunda oportunidad de nacer”, una frase que resume su deseo de reinventarse y crecer en un nuevo entorno. Para él, Miami no solo representa un lugar donde puede desarrollar su carrera, sino también un espacio donde su familia puede tener un futuro más prometedor.
El arte por encima de la política
Aunque el tema de la política es inevitable para muchos artistas cubanos en el exilio, Lazarito prefiere mantenerse alejado de esas discusiones. “Mi misión es hacer música, no hablar de política”, reiteró. Su enfoque está en seguir creando, tocando el piano y llevando el sonido de Bamboleo a nuevos escenarios.