La joven cubana Daine se convirtió en voz de alerta tras compartir un video en Instagram donde denuncia una agresión inaceptable en la calle G, cerca del monumento a José Miguel Gómez y el hospital Calixto García. Según su relato, un hombre le lanzó dos piedras mientras se masturbaba, buscando llamar su atención. ¡Qué barbaridad!
“Si eres mujer, a la hora que sea y donde sea, estás en peligro”, expresó Daine, visiblemente afectada, en su publicación. La joven mostró su mano, donde recibió el impacto de una de las piedras, y aunque no sufrió heridas graves, dejó claro que “esto no debería pasar nunca”.
¿Qué pasó exactamente?
El incidente ocurrió en una zona arbolada, conocida por ser un punto conflictivo. Daine grabó el video al borde del llanto, compartiendo su experiencia para alertar a otras mujeres. “No quiero que nadie pase por lo mismo que yo”, dijo, instando a todas a tener precaución al transitar por esa área.
Comentarios que duelen: “Esto pasa desde hace años”
La publicación de Daine no tardó en generar reacciones. Decenas de mujeres compartieron experiencias similares en los comentarios. “Desde hace años esto ocurre ahí”, escribió una internauta. Otra añadió: “Estudié en la Universidad de La Habana y siempre había que tener cuidado al pasar por esa zona”.
Muchas coincidieron en que el problema no es nuevo, pero las autoridades no han hecho lo suficiente para solucionarlo. “No existe una ley que proteja a las mujeres en Cuba de esto”, lamentó otra usuaria. Incluso hubo quien contó que, al reportar a la policía, la respuesta fue: “No le hagan caso”. ¡Increíble!
Un problema que va más allá
Este caso no es aislado. En Cuba, los actos de exhibicionismo y acoso en lugares públicos como parques, paradas de ómnibus y áreas poco transitadas son frecuentes. Lo que llama la atención aquí es la agresividad del atacante, quien no solo se exhibió, sino que lanzó piedras para intimidar a su víctima.
¿Por qué no se denuncia más?
A pesar de la indignación, muchas mujeres optan por no denunciar debido a la falta de confianza en las autoridades y el escaso seguimiento que reciben estos casos. Sin embargo, Daine decidió alzar la voz, convirtiéndose en un ejemplo de valentía.