En Sancti Spíritus, una provincia cubana conocida por su gente cálida y su rica historia, una madre lucha contra viento y marea para salvar a su hijo de una desnutrición que ha dejado al pequeño en un estado alarmante. Yunior Tamayo Barrios, un activista cubano, dio la voz de alerta a través de sus redes sociales, mostrando al mundo las duras condiciones en las que vive esta familia.
Un hogar que duele
La casa de esta familia es un reflejo de la pobreza extrema: paredes de tablas de madera y un techo de zinc que apenas los protege de las inclemencias del tiempo. Pero lo que más impacta es el estado del niño, cuya anatomía es piel y huesos, como si el tiempo se hubiera detenido en un campo de concentración. Las imágenes compartidas por Yunior son desgarradoras y han conmovido a miles.
La solidaridad se hace presente
El llamado de Yunior no cayó en oídos sordos. En cuestión de horas, más de 580 mil pesos cubanos (CUP) fueron donados por personas que, desde diferentes rincones, decidieron tender una mano. El activista también compartió cuentas bancarias para quienes deseen ayudar: 9238129977993056 para depósitos en CUP y 9235129974651312 para Moneda Libremente Convertible (MLC). Además, ofreció su número de WhatsApp (56919202) para confirmar donaciones o para quienes prefieran usar Zelle.
¿Qué necesita el niño?
Además de alimentos, el pequeño requiere atención médica urgente. Yunior ha pedido pomadas para tratar las escaras que han aparecido en su piel debido a la postración prolongada. Aunque las donaciones son un alivio inmediato, la falta de un diagnóstico médico claro complica las cosas. ¿Es la desnutrición producto de la escasez de alimentos o hay una condición de salud subyacente? Eso aún no se sabe.
Un problema que no es aislado
Este caso no es una excepción, sino un reflejo de una crisis que golpea a muchos hogares cubanos. La desnutrición infantil en Cuba ha alcanzado niveles alarmantes, agravada por la escasez de alimentos y medicamentos. Según un informe de UNICEF de junio de 2024, el 9% de los niños cubanos viven en pobreza extrema, con graves deficiencias en su alimentación y acceso a servicios básicos.
La voz de las madres
En abril de 2024, otra madre cubana pidió ayuda desesperada para su hijo, también víctima de la desnutrición. Estas historias se repiten en un contexto donde la falta de proteínas y alimentos esenciales ha dejado a muchos niños y ancianos en situación de vulnerabilidad. En diciembre de ese mismo año, se reportó un aumento drástico en las muertes por hambre en la isla.
Solidaridad vs. soluciones estructurales
Aunque la solidaridad de la sociedad cubana es admirable, los expertos insisten en la necesidad de soluciones estructurales. Donar alimentos y medicamentos es un paliativo, pero no resuelve el problema de fondo. ¿Cuándo llegará el día en que ningún niño cubano tenga que pasar hambre?
¿Cómo puedes ayudar?
Si quieres sumarte a esta causa, puedes hacerlo a través de las cuentas bancarias mencionadas o contactando a Yunior Tamayo Barrios vía WhatsApp. Cada granito de cuenta, y en momentos como este, la unión hace la fuerza.