En el municipio de Río Cauto, en Granma, la cosa se puso caliente hace unos días. Mayelín Carrasco Álvarez, una madre de tres hijos, se atrevió a alzar la voz para denunciar la escasez de alimentos en su comunidad. ¿El resultado? Fue arrestada. Pero los vecinos no se quedaron de brazos cruzados. Salieron a las calles, golpearon calderos y exigieron su libertad. ¡Y vaya que hicieron ruido!
El gobierno, como quien dice, “se vio en el ojo del huracán”. Para intentar calmar los ánimos, organizaron un acto de reafirmación revolucionaria en la Plaza de la Cultura Ángel Frías. Con consignas como “¡Juntos por la Patria y la Revolución!” y “¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!”, buscaron reforzar su imagen y apaciguar el descontento que se respira en el aire. Pero, ¿funcionó? Eso está por verse.
La chispa que encendió la mecha
Todo comenzó el viernes pasado, cuando Mayelín, de 47 años, denunció públicamente la falta de alimentos básicos como leche y huevos. “Aquí no hay ni para freír un huevo”, dijo, y no le faltaba razón. La situación en Río Cauto es crítica, y la gente está harta. Cuando la arrestaron, sus vecinos no lo pensaron dos veces: salieron a las calles a exigir su liberación. “¡Libertad para Mayelín!” se escuchaba por todos lados, mientras los calderos retumbaban en señal de protesta.
El gobierno, en un intento por apaciguar el malestar, anunció la instalación de una turbina para bombear agua a varias comunidades que llevaban días sin el líquido vital. Además, organizaron una pequeña feria agropecuaria donde vendieron productos como plátanos, arroz y harina de maíz. “Pan para hoy, hambre para mañana”, pensarán algunos. Y es que, aunque estas medidas pueden aliviar un poco la situación, no resuelven el problema de fondo.
¿Y qué pasó con Mayelín?
Tras tres días bajo custodia y sometida a interrogatorios por la Policía política, Mayelín fue liberada el sábado 8 de marzo. Sin embargo, las condiciones de su excarcelación aún son un misterio. No se sabe si le impusieron una multa, si podría enfrentar un proceso judicial en el futuro o si simplemente la soltaron para calmar los ánimos. Lo que sí es seguro es que su valentía ha dejado huella en la comunidad.
El intento de desacreditar a una voz incómoda
El gobierno local intentó desacreditar a Mayelín, asegurando que le habían ofrecido soluciones habitacionales que ella supuestamente rechazó. “Pero, ¿quién se cree eso?”, comentan algunos vecinos. La realidad es que la gente está cansada de promesas y quiere soluciones concretas. La protesta inicial en Guamo Viejo, donde residen unas 600 personas, pronto se extendió a Río Cauto, donde decenas de cubanos se unieron a la movilización.
La visita de la primera secretaria del Partido Comunista en Granma
En un intento por calmar los ánimos, la primera secretaria del Partido Comunista en Granma viajó al municipio. Habló de la electrificación de la zona como un “logro” de la revolución, pero la gente no se dejó impresionar. “¿De qué sirve la luz si no hay comida en la mesa?”, preguntaron algunos. Y es que, cuando el estómago está vacío, los discursos políticos pierden su efecto.
¿Qué sigue para Río Cauto?
Aunque Mayelín ya está en casa, la situación en Río Cauto sigue siendo tensa. El descontento popular es palpable, y el gobierno lo sabe. Por eso, no es de extrañar que sigan organizando actos propagandísticos y anunciando medidas “parche” para intentar mantener la calma. Pero, como dicen por ahí, “el pueblo aguanta, pero no olvida”. Y en Río Cauto, la gente ya está cansada de aguantar.