El gobierno cubano ha lanzado una nueva iniciativa llamada «Guardianes por mi bodega» con el objetivo de proteger los productos normados de robos y desvíos al mercado negro. Sin embargo, la medida ha generado más escepticismo que aplausos entre los ciudadanos, quienes la ven como un intento de trasladar responsabilidades estatales a la población.
Según el periódico oficialista Ahora, la estrategia surgió como respuesta a la ola de robos en las bodegas de Holguín, donde se registraron 13 hechos delictivos, incluyendo 11 robos con fuerza y 2 intentos fallidos. El programa se puso en marcha en la bodega «4 de febrero» del Consejo Popular «Pedro Díaz Coello», con la participación de autoridades del Partido Comunista y del gobierno local.
Entre las medidas anunciadas están la extensión de horarios de venta, la creación de grupos de WhatsApp para avisar a los usuarios sobre la disponibilidad de productos, y un plan de guardias que involucra a trabajadores, dirigentes y consumidores. Además, se implementarán recorridos sorpresivos nocturnos, se fomentará el uso de plataformas digitales y se creará un canal en Telegram para mejorar la comunicación con la población.
Pero, ¿de qué sirven estas medidas si las bodegas están vacías? Esa es la pregunta que muchos cubanos se hacen. «¿Cómo vamos a vigilar si ni siquiera hay comida en las bodegas?», cuestionó un residente en redes sociales, reflejando el malestar generalizado ante la escasez crónica de productos básicos.
La iniciativa recuerda a otras estrategias de vigilancia comunitaria, como las impulsadas por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), históricamente utilizados para el control social y la delación. Esta vez, el enfoque está en proteger las bodegas, que se han convertido en blanco frecuente de robos debido a la crisis alimentaria y la falta de recursos para garantizar su seguridad.
Los robos en bodegas no son nuevos. En noviembre de 2024, tres individuos fueron detenidos en La Habana por robar productos de la Canasta Normada. Gracias a la alerta de vecinos, las autoridades recuperaron los bienes sustraídos. Un caso similar ocurrió en enero de 2025 en Unión de Reyes, Matanzas, donde un hombre fue arrestado por robar arroz, azúcar, café y jabones de una bodega local.
Las cifras son preocupantes. En Las Tunas, durante el primer semestre de 2024, se reportaron 48 robos en bodegas, concentrados principalmente en los municipios de Las Tunas y Puerto Padre. Y en 2023, las cifras oficiales registraron 361 robos con fuerza en bodegas cubanas hasta mayo, con productos como arroz, frijoles, leche en polvo y jabones entre los más sustraídos.