La situación en Cuba sigue pintando un panorama desolador, donde la escasez de alimentos y la pobreza extrema han llevado a muchas personas a tomar medidas desesperadas para poder comer. En Santiago de Cuba, una de las ciudades más emblemáticas de la isla, las calles se han convertido en el escenario de una lucha diaria por la supervivencia. Y las imágenes que circulan en redes sociales no dejan lugar a dudas: la crisis alimentaria está golpeando fuerte.
Liuber: Un hombre, un nombre, una lucha
Uno de los casos que ha conmovido a muchos es el de Liuber, un hombre que fue captado en un video recogiendo picadillo de las cajas tiradas en una feria de Santiago. El periodista Yosmany Mayeta compartió el reel en Facebook, donde se ve a Liuber agachado, comiendo lo que pudo rescatar del suelo. “En la lucha”, respondió el hombre cuando unos jóvenes lo llamaron por su nombre. “De poquitico en poquitico”, le dijeron, refiriéndose a su esfuerzo por reunir algo de comida para llevar a casa.
Esta escena, aunque impactante, no es nueva. “La historia se repite”, denunció Mayeta, recordando que situaciones similares se han reportado en diferentes ciudades de Cuba. La desesperación por comer ha llevado a muchos a ignorar las condiciones insalubres y a recoger alimentos del suelo, algo que debería ser impensable en pleno siglo XXI.
Ancianas, niños y familias enteras: Todos luchan por comer
La crisis no discrimina. En enero de 2025, una pelea entre dos ancianas en una feria agropecuaria de Santiago dejó claro hasta qué punto la escasez puede desesperar a las personas. Las mujeres llegaron a los golpes por comprar unas viandas, mostrando la angustia de quienes no tienen acceso a lo más básico.
Pero no son solo los adultos los que sufren. En diciembre de 2024, se viralizó la imagen de niños con uniforme escolar recogiendo frijoles del suelo en la calle 9 de Veguita de Galo. ¿Cómo explicar que un niño tenga que buscar comida en el piso para poder cenar? Es una pregunta que duele, pero que refleja la cruda realidad de muchas familias cubanas.
Puré de tomate y latas: La creatividad de la necesidad
En noviembre de 2024, otra escena impactante se sumó a esta lista de desgracias. Varias personas fueron vistas recogiendo puré de tomate derramado en la calle Yarayó. Sin importar los riesgos para su salud, hombres y mujeres se apresuraron a llenar sus recipientes con lo que pudieron rescatar. “Algo es algo”, debieron pensar, en un país donde los precios de los alimentos básicos están por las nubes.
Y si hablamos de creatividad, no podemos olvidar el caso de un padre que, junto a sus dos hijos, vendía maní y recogía latas en las calles de Santiago para poder subsistir. La menor de la familia, de apenas seis años, cargaba un saco de latas con la esperanza de obtener algo de dinero. ¿Es este el futuro que merecen los niños cubanos?
¿Hasta cuándo?
Las imágenes de personas buscando comida en el suelo, las peleas por un puñado de viandas y el trabajo infantil son solo la punta del iceberg de una crisis que parece no tener fin. La falta de apoyo estatal y la escasez crónica han dejado a miles de cubanos en una situación límite, donde cada día es una batalla por la supervivencia.