El periodista Abdiel Bermúdez ha puesto el dedo en la llaga. En una reciente aparición en el Noticiero Nacional de Televisión (NTV), denunció la creciente tendencia de compartir imágenes fuertes y dolorosas en redes sociales, como las relacionadas con el accidente que le costó la vida al cantante Paulo FG.
“Por alguna razón morbosa, dramas personales y golpes privados están saliendo a la luz con una facilidad que asusta”, dijo Bermúdez, calificando esta práctica como “grosera, cruel e insensible”. Aunque muchos culpan a internet y a los teléfonos móviles, el periodista aseguró que la decisión de fotografiar, filmar y compartir este tipo de contenido es voluntaria y convierte a quienes lo hacen en parte de lo que él llamó una “marea amarillista”.
Ejemplos que duelen
Bermúdez no se anduvo con rodeos. Recordó casos que han sacudido a Cuba en los últimos años, como la muerte de un joven atacado por un tiburón en Guardalavaca en 2017, cuyas imágenes circularon ampliamente en redes. También mencionó el accidente aéreo de 2018 en La Habana, donde videos dolorosos se viralizaron en cuestión de horas.
Un caso más reciente fue el de un menor que falleció tras ser succionado por un tragante en La Habana. Aunque el video fue grabado de manera casual, su difusión masiva en redes sociales lo convirtió en un “trofeo noticioso” macabro.
¿Y la ley?
El periodista recordó que en muchos países, este tipo de violaciones a la privacidad son severamente castigadas. Sin embargo, en Cuba, aunque el Código Penal contempla sanciones para estas acciones, la permisividad ha rebasado todo límite. “Yo creo que esto merece un castigo aleccionador”, concluyó Bermúdez, insistiendo en la necesidad de aplicar la ley con firmeza.
¿Denuncia o morbo?
En los comentarios de las redes, las opiniones estuvieron divididas. Algunos defendieron que estas imágenes son una herramienta de denuncia social, exponiendo realidades que los medios oficiales no cubren. “Gracias a esos videos nos enteramos de la verdad, no como las noticias tergiversadas que dan en la TV”, dijo un usuario.
Otros, sin embargo, criticaron el exceso de crudeza. “Una cosa es informar que hubo un asesinato, y otra es mostrar el cuerpo ensangrentado. No es necesario”, opinó otro.
El respeto al dolor ajeno
Para muchos, la difusión de este tipo de imágenes es una falta de respeto al dolor ajeno. “Piensa cómo te sentirías si ves imágenes de un familiar tuyo destrozado en un accidente”, comentó un usuario.
Quienes defienden esta postura sostienen que el respeto a la intimidad de las víctimas y sus familias debe estar por encima del interés informativo. “La indolencia y la falta de empatía se han puesto de manifiesto. Deben aplicarse sanciones estrictas”, expresaron otros.
¿Regular o censurar?
Ante este panorama, algunos abogan por la implementación de regulaciones que impidan la divulgación de imágenes sensibles sin el consentimiento de los familiares. “Debe haber una ley que no permita que cosas tan groseras sucedan”, sostuvo un internauta.
Sin embargo, otros temen que este tipo de regulaciones pueda convertirse en una herramienta para censurar la información incómoda para el gobierno. “Si ahora hacen de esto un delito, será el fin de la verdad en Cuba”, advirtió otro usuario.