En un mundo donde las malas noticias suelen acaparar titulares, una historia de esperanza y unión brilla con fuerza. Damir Ortiz, un niño cubano de solo 10 años que enfrenta graves problemas de salud, se ha convertido en el símbolo de lo que ocurre cuando una comunidad decide actuar con el corazón. En menos de 24 horas, cubanos dentro y fuera de la isla, junto a amigos de otras latitudes, lograron reunir los fondos necesarios para financiar su traslado urgente en ambulancia aérea a Estados Unidos, donde recibirá tratamiento médico especializado.
Todo comenzó con una carrera contra el tiempo. Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia, activista y voz clave en esta movilización, compartió en vivo a través de Facebook la emocionante noticia: en apenas 16 horas, se habían recaudado $36,804.20 de los $38,000 requeridos. “¡Señores, gracias!”, expresó con la voz entrecortada, mientras celebraba cada aporte, desde donaciones modestas hasta contribuciones más generosas. Entre los colaboradores, destacaron incluso músicos y figuras públicas, pero el verdadero protagonista fue el pueblo cubano, que dentro de la isla sumó más de un millón de pesos en apoyo.
Damir, diagnosticado con neurofibromatosis tipo 1, un tumor en el ojo derecho y leucemia aguda, obtuvo finalmente una visa humanitaria este viernes, tras un proceso lleno de obstáculos. Aunque inicialmente las autoridades denegaron la solicitud por falta de documentación del MINSAP, la embajada estadounidense hizo una excepción ante la urgencia del caso. Ahora, el pequeño y su madre tienen luz verde para viajar, pero el reloj no se detiene: su traslado en ambulancia aérea debe concretarse cuanto antes.
Aquí es donde la solidaridad mostró su lado más ingenioso. Aunque una campaña en GoFundMe se organizó para apoyar a la familia, los fondos no pueden liberarse hasta que Damir llegue a suelo estadounidense. Ante este desafío, la comunidad respondió con donaciones directas y pequeñas aportaciones que, gota a gota, llenaron el vaso. “Con solo un dólar cada uno, podemos lograrlo”, insistió Idelisa, convocando a no subestimar el poder de lo colectivo.
El sábado se vivió con los nervios de quienes saben que el final está cerca. Si el monto restante se completaba antes de que cerrara el día, el domingo podría ser la fecha del viaje. Entre mensajes de aliento y transferencias rápidas, la meta se acercaba, recordándonos que, a veces, las mejores historias no son las que cuentan crisis, sino las que muestran cómo la humanidad se levanta para transformarlas.
Mientras Damir se prepara para emprender este viaje hacia la esperanza, su historia queda como testimonio de que, incluso en los momentos más oscuros, unidos podemos ser la luz.
✨ ¿Cómo ayudar? Si deseas sumarte, sigue las actualizaciones en las redes de los organizadores. Cada gesto, por pequeño, cuenta. #FuerzaDamir