El periodista cubano Max Lesnik, una figura tan amada como criticada, falleció en Miami, dejando tras de sí un legado marcado por la controversia y su incansable defensa del diálogo entre Cuba y Estados Unidos. La noticia de su muerte fue confirmada por Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de los CDR y exespía, quien lo describió como un “patriota” y un testigo clave de la historia cubana.
“Acaba de fallecer en Miami el patriota Max Lesnik, protagonista o testigo de no pocos capítulos de nuestra historia”, escribió Hernández en redes sociales, enviando condolencias a familiares y amigos. Pero, como era de esperar, la noticia no dejó indiferente a nadie.
¿Quién fue Max Lesnik?
Nacido en 1930 en Camajuaní, Villa Clara, Lesnik comenzó su vida política en la Juventud Ortodoxa, donde forjó amistades con figuras como Eduardo Chibás y Fidel Castro. Aunque inicialmente apoyó la lucha contra Fulgencio Batista, su desacuerdo con el rumbo que tomó la Revolución lo llevó a exiliarse en Miami en 1961.
Sin embargo, con el tiempo, Lesnik se convirtió en una voz a favor de la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, defendiendo al gobierno cubano y criticando a los sectores más radicales del exilio. Esta postura le ganó tanto seguidores como detractores.
“Fue un luchador que terminó vendiéndose al castrismo. No sé a qué precio”, dijo en 2007 el disidente Huber Matos, quien pasó 22 años en prisión en Cuba antes de exiliarse en Estados Unidos. Para muchos exiliados, Lesnik era un “colaborador” del régimen castrista, lo que generó un profundo rechazo hacia su figura.
Réplica y la Alianza Martiana: Su huella en Miami
En 1968, Lesnik fundó en Miami la revista “Réplica”, un medio que se caracterizó por su postura favorable al gobierno cubano. Esto le valió no solo críticas, sino también ataques físicos y vandalismo a su oficina. “En Miami, ser pro-Castro es nadar contra la corriente”, comentó alguna vez, refiriéndose a la hostilidad que enfrentó.
Además, lideró la Alianza Martiana, una organización que promovía el levantamiento del embargo estadounidense y defendía las políticas de La Habana. Su activismo le granjeó numerosos enemigos, especialmente entre los exiliados cubanos más intransigentes.
Protestas y polémicas
La vida de Lesnik en Miami estuvo marcada por la confrontación. En mayo de 2023, exiliados cubanos protestaron en su contra, acusándolo de ser un “propagandista” del régimen. Incluso la sede de la Alianza Martiana fue vandalizada en varias ocasiones.
“Lesnik no era más que un títere del castrismo”, dijo un manifestante durante una de las protestas. Sin embargo, sus seguidores lo defendían como un “puente” entre dos mundos polarizados.
Reacciones tras su muerte
La muerte de Lesnik ha generado reacciones encontradas. En Cuba, medios oficialistas lo han elogiado como un “amigo de la Revolución” y un defensor del diálogo. En Miami, mientras algunos lo recuerdan como un “patriota”, otros lo ven como una figura que nunca reconoció los crímenes del régimen.
“Max Lesnik fue un hombre de su tiempo, pero su tiempo ya pasó”, comentó un usuario en redes sociales. Para muchos, su fallecimiento marca el fin de una era en las relaciones entre Cuba y Miami, dejando un legado de debate y confrontación.
¿Un legado dividido?
Lo que queda claro es que Max Lesnik fue una figura que no pasó desapercibida. Ya sea como defensor del diálogo o como polémico propagandista, su vida estuvo marcada por la pasión y la controversia.
