En tiempos de incertidumbre para muchos migrantes en Estados Unidos, la influencer cubana Flor de Cuba ha decidido hablar claro. A través de una sesión de preguntas y respuestas en sus historias de Instagram, respondió a las inquietudes de sus seguidores sobre las deportaciones y el miedo que genera la posibilidad de ser enviado de vuelta a Cuba.
Su mensaje fue contundente: no hay que temer a lo que no se puede controlar. Según ella, la deportación no es el fin de todo, sino una circunstancia que puede abrir nuevas oportunidades.
Resiliencia ante la incertidumbre
Cuando le preguntaron sobre el tema, Flor de Cuba dejó claro que vivir con miedo no es una opción. «No debemos preocuparnos por algo que está fuera de nuestro poder. Lo mejor que podemos hacer es las cosas correctas, y no porque estemos en peligro de deportación, sino porque es lo que se debe hacer para tener paz, conciencia y ser un ser humano de bien», afirmó.
Para ella, la clave está en la resiliencia y la capacidad de adaptación. «A veces creemos que lo que nos pasa es para mal, pero es para bien. Si Dios cree que tu destino está en otro lugar que no sea aquí, lo mejor es aceptar que la vida sube y baja constantemente», reflexionó.
«El mundo es grande, no todo es Cuba o EE. UU.»
Uno de los puntos más impactantes de su discurso fue cuando recordó a sus seguidores que Estados Unidos no es la única opción para una vida mejor.
«El mundo es grande. Hay más de 190 países, no todo es Cuba o Estados Unidos, no es el ombligo del mundo. Se cierra una puerta, pero hay más opciones. No es que te sacaron del planeta Tierra, es que no estás en un país de los tantos que existen», expresó.
Sus palabras hacen eco en un momento en que muchos migrantes ven a EE. UU. como la única alternativa de éxito. Pero según Flor de Cuba, hay oportunidades más allá de sus fronteras, y enfocarse solo en este país puede limitar la visión de lo que realmente es posible.
De limpiar casas a triunfar en TikTok
Además de compartir su visión sobre la migración, Flor de Cuba también habló de su experiencia al llegar a EE. UU. Como muchos, su primer trabajo fue en la limpieza de casas. Ayudó a su tía, quien tiene una compañía de limpieza en Kentucky, pero pronto descubrió que podía ganar lo mismo (o más) publicando videos en TikTok.
«Los primeros días que llegué estuve limpiando casas con mi tía. Pero hice mis cálculos y me generaba más o menos lo mismo poner un video en TikTok que irme un día entero a limpiar. Y llegaba súper cansada con dolor en la espalda», contó.
Ahora, la influencer se dedica exclusivamente a la creación de contenido, aunque aseguró que en cuanto tenga su permiso de trabajo buscará un empleo formal. «Quiero emprender y estudiar, pero voy a trabajar como todo el mundo. Yo no soy una persona que pueda pasar desapercibida, así que no puedo arriesgar a ningún negocio a que me contrate sin papeles», aclaró.
Un mensaje de esperanza para los migrantes
Las palabras de Flor de Cuba han resonado entre los migrantes que ven la deportación como una condena. Su mensaje es claro: no es el fin del mundo, hay más oportunidades allá afuera y todo en la vida es cuestión de adaptación y crecimiento.
¿Qué opinas de su perspectiva? ¿Crees que los migrantes deben buscar más opciones fuera de EE. UU.? ¡Déjanos tu comentario!