Este viernes, el pueblo de Río Cauto, Granma, se convirtió en el epicentro de una protesta masiva que sacudió al régimen cubano. Todo comenzó con la detención de Mayelín Carrasco Álvarez, una madre de tres hijos que se atrevió a denunciar la escasez y el hambre que azotan a su comunidad. Pero lo que empezó como un reclamo solitario terminó con cientos de personas en las calles, exigiendo justicia y mejores condiciones de vida.
¿Qué pasó?
La protesta tomó por sorpresa a las autoridades, que no tardaron en movilizar a funcionarios del Partido Comunista y cuerpos policiales hacia la zona. En un intento por calmar los ánimos, Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del PCC en Granma, salió a hablar con los manifestantes. “La revolución no le va a quitar a nadie lo que le ha dado”, dijo, citando entre esos “beneficios” algo que dejó a muchos con la boca abierta: “la electricidad”.
“¿Electricidad? ¿En serio?”, se preguntaron los vecinos, quienes llevan meses sufriendo apagones de hasta 23 horas al día. Ortiz Barceló insistió en que “la Revolución fue la que dio la electricidad a Río Cauto”, y recordó cómo el pueblo era prácticamente un desierto antes de 1959. “Todo lo que se ha construido es gracias a la Revolución”, añadió, ignorando las críticas por los interminables cortes de luz que afectan a la población.
La voz de los manifestantes
Los residentes de Río Cauto no se dejaron convencer. Con calderos en mano y carteles que decían “Libertad para Mayelín”, los manifestantes corearon consignas y exigieron respuestas concretas. “No queremos discursos, queremos soluciones”, gritó una mujer, mientras otros recordaban los atrasos en la entrega de la canasta básica, los impagos de salarios y la escasez de agua.
La emisora CMKX Radio Bayamo publicó una nota en la que las autoridades reconocen “insatisfacciones y reclamos por situaciones reales”, pero omitieron mencionar la detención de Mayelín o los intentos por desacreditarla. Según el comunicado oficial, los líderes del Partido y el Gobierno “establecieron diálogo” con los manifestantes, intercambiando ideas sobre problemas como el transporte, la venta de leche y el déficit energético.
Mayelín Carrasco: El detonante de la protesta
Mayelín, una madre cubana que se atrevió a denunciar la miseria que vive su comunidad, se convirtió en el símbolo de esta protesta. Su detención no solo indignó a sus vecinos, sino que también reveló el descontento generalizado ante la falta de respuestas del gobierno. “Ella solo dijo lo que todos pensamos”, comentó un manifestante.