En medio de la grave escasez de harina de trigo, el gobierno cubano ha optado por ofrecer caldosa y té como alternativa a la falta de pan normado en varias provincias del país.
Un «desayuno» improvisado
Para los cubanos, conseguir alimentos básicos se ha vuelto un desafío diario, y ahora, en lugar del pan de la canasta básica, les toca conformarse con estas opciones improvisadas, que incluso fueron presentadas con entusiasmo en un reporte de la televisión nacional.
«Es una buena opción para quienes no tienen nada para desayunar», comentaron algunos ciudadanos en la calle, reflejando la resignación con la que enfrentan la crisis.
Otro hombre aseguró que la caldosa tenía «buen sabor y condimentos», aunque su expresión dejaba claro que no estaba muy convencido de que esta fuera la solución al problema.
La harina, un bien escaso
En provincias como Matanzas, Cienfuegos y Santiago de Cuba, muchas panaderías han tenido que detener la producción del pan normado debido a la falta de harina. Más allá de la simple ausencia de un alimento, este problema pone en evidencia la profundidad de la crisis que atraviesa el país, donde hasta lo más esencial se vuelve un lujo.
Una luz al final del túnel… o solo un parche temporal
Esta semana, un buque con casi 24 mil toneladas de trigo llegó al puerto de La Habana, y las autoridades aseguran que este cargamento garantizará la producción de pan normado hasta finales de marzo. Sin embargo, muchos cubanos se preguntan qué pasará después y hasta cuándo seguirán dependiendo de «soluciones» como un plato de caldosa en la mañana.